El clima de violencia y fundamentalismo que vivió Rosario en las últimas semanas nada tiene que ver con el clásico de la ciudad, con un simple partido de fútbol entre los clubes que dividen a Rosario: Newell’s y Central.
La rivalidad futbolera, el antagonismo y las cargadas que en otros tiempos caracterizaron al ‘folclore’ de la ciudad hoy se volvieron pintadas, amenazas, peleas y ataques incendiarios a distintos inmuebles relacionados con ambas instituciones. La convivencia, por estos tiempos, parece imposible y la violencia ha escalado a límites insospechados y totalmente absurdos. En ese marco, hoy se disputará el primero de los clásicos de verano en Arroyito.
Todos se han repartido culpas, por lo bajo y en público. Lo cierto es que entre la necesidad de la empresa organizadora de recaudar lo más posible y la intención de los organismos de seguridad de evitar mayores problemas, los partidos serán sólo con público local. Un precedente totalmente alejado a lo que siempre ha sido el clásico rosarino, con ambas hinchadas en cancha. Pero la seguridad que tantas veces garantizaron desde la Municipalidad y la Provincia nunca fue suficiente. Si hasta la disputa de los partidos estuvo en duda hasta último momento.
Con el primer partido a la vuelta de la esquina, todos los protagonistas han coincidido en un deseo: que no haya incidentes ni antes ni durante ni después, ni en Arroyito ni en el Parque ni en ningún otro punto de la ciudad. La Policía deberá extremar las medidas de precaución y seguridad para evitarlo.
Tantos problemas se suscitaron durante las últimas semanas que de fútbol se habló poco y nada. No hubo casi análisis previo, comparaciones ni especulaciones respecto a lo que suceder en el campo de juego. El clima enrarecido empañó la previa.
Desde las 20, la atención se centrará en lo que hagan los jugadores. Ambos equipos llegan al primer partido con algo de rodaje futbolístico. Central jugó dos amistosos (Tristán Suárez y Defensores de Villa Ramallo), mientras que Newell’s sólo disputó un encuentro de preparación ante Aldosivi en Mar del Plata.
Para quitarle dramatismo a la cosa, los entrenadores Miguel Ángel Russo y Gerardo Martino insistieron en la previa en que el único objetivo es llegar al arranque de sendas competencias de la mejor manera. Y que los clásicos servirán para encontrar el mejor funcionamiento posible.
Pero en la interna los dos saben que saliendo airoso de la disputa de ambos partidos, el arranque del semestre será con mayor crédito. Y, por el contrario, dos derrotas podrían generar algún malhumor contraindicado para el inicio de la actividad oficial.
Después de semanas turbulentas, el clásico vuelve a detener a la ciudad por unas horas. Hoy y el domingo que viene será de forma amistosa. Ojalá lo sea adentro y afuera.
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