El Regional

Sentido de pertenencia

Una ciudad donde las infancias tienen voz

El proyecto “Mini Plazas” en Pueblo Esther consiste en dar voz a las infancias, para que sean los niños y las niñas quienes decidan cómo intervenir los espacios de juegos y encuentros de su ciudad


M.G

No es algo usual que niños y niñas participen activamente en las decisiones políticas de una ciudad. Las voces de los infantes son ignoradas y sus mundos construidos y pensados desde la mirada del adulto. Una mirada que hegemoniza todos sus espacios de sociabilización: escuelas, plazas de juegos, instalaciones urbanas, mobiliarios públicos.

El adultrocentrismo no es más que una relación asimétrica de poder del adultx sobre las niñeces impuesta, instalada y normalizada en la sociedad.

Una mirada adultrocentrista no permite darle voz a quienes tienen mucho para decir. Los niños y las niñas son sujetos de derechos, son ciudadanxs activxs, que sienten, piensan, escuchan, se mueven, participan, se comprometen y atraviesan por los mismos problemas sociales que lxs adultxs.

Pasan frío, calor, hambre, son víctimas de situaciones de violencia. ¿Qué nos hace pensar que no tienen nada para aportar en la construcción de la ciudad que los contiene en su desarrollo y crecimiento?

En la ciudad de Pueblo Esther la respuesta comenzó a transitarse con la creación del Consejo de Niños y Niñas, como un espacio de articulación en políticas públicas con la Secretaría de Educación y Políticas Sociales y la Secretaría de Obras, Servicios y Espacios Públicos con el proyecto “Mini Plazas”. Y la propuesta tiene una premisa tan simple pero a la vez difícil de comprender en la mirada adultrocentrista.

El proyecto “Mini Plazas” consiste en dar voz a las infancias, para que sean los niños y las niñas quienes decidan cómo intervenir los espacios de juegos y encuentros de su ciudad.

El Secretario de Obras, Servicios y Espacios Públicos de la Municipalidad de Pueblo Esther, Ricardo Mendieta explicó que la iniciativa comenzó con intervenciones en espacios públicos de cercanía adonde asisten los niños y las niñas de los barrios: “Siempre pensamos en el arbolado, en los juegos, en la ubicación de los bancos y cestos desde la mirada del adulto. Mediante una actividad en las mismas plazas donde los chicos juegan, les preguntamos qué tipos de juegos quieren en la plaza, las directrices sobre la ubicación de bancos, cestos, parquización, con el objetivo de que sean los mismos chicos los que decidan lo que necesitan en su plaza. Y las devoluciones entusiasman”.

La primera experiencia se realizó en la plaza Los Alerces en barrio General Motors donde hoy se está finalizando las obras que concretarán el proyecto que las niñeces diseñaron: “ Vamos a inaugurar el espacio con cestos, bancos, juegos, con un paredón con una ruleta interactiva. Y esos chicos que participaron de la actividad van a ver reflejado todo lo que planificaron en el lugar. Esto se traslada a otro sentido de pertenencia del lugar y la devolución es muy positiva”.

Con la misma iniciativa, el área comenzará a intervenir la plaza Manuel Belgrano mientras empezaron con charlas en tres espacios públicos más con lxs niñxs del lugar. La iniciativa se lanzó en el mes de julio de este año y se proyecta que en tres meses se realizará la actividad en siete plazas públicas.

“El Semillero de la Muni”

Otros de los proyectos en los que participa las infancias es “El Semillero de la Muni” que nace con el objetivo de trabajar y estimular la presencia de huertas familiares, pero también para motivar a las infancias en el contacto con la tierra y con los orígenes de la localidad.

Diego Sthadler, Ingeniero Agrónomo de la municipalidad de Pueblo Esther comentó que la actividad fue pensada con la participación de las infancias: “Buscamos que ellos puedan visualizar que están en una localidad con una fuerte presencia hortícola, porque seguramente tienen una quinta a seis u ocho cuadras de su casa. Es una herramienta de aprendizaje hacia conceptos de biología en cuanto al proceso de germinación, proceso básico de crecimiento de una semilla en la tierra, para avanzar en un proceso mucho mayor que es la quinta. Pero a la vez es un proyecto cultural, que tomen contacto con el trabajo de la tierra, con la identidad hortícola que queremos sostener”.

La primera jornada educativa tuvo lugar en el Paseo Aromático junto a los alumnos y alumnas de tercer grado de la escuela primaria José Hernández en el marco del Día de la Agricultura donde se compartieron conocimientos sobre la siembra, el cuidado de las plantas y se colocarán espantapájaros realizados por el alumnado.

El Paseo Aromático se constituyó sobre la acera de ingreso a la institución educativa donde se construyeron 18 canteros con especies aromáticas que se utilizan para evitar la aparición de plagas y enfermedades de las plantas. En el lugar se realizaron varias jornadas con los alumnos y alumnas para que los niños y niñas puedan incorporar este saber, conocer de dónde vienen los alimentos que consumimos, cómo producirlos y cuidarlos, generando, también, conciencia medioambiental.

 

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