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Una chance a los “invisibles”

El Instituto contra la Discriminación, el Ministerio de Turismo de la Nación y la Universidad de Tres de febrero se unieron para hacer posible vacaciones de padres con hijos autistas. Doce familias fueron ya a Córdoba.

La primera experiencia del programa de vacaciones para familias con hijos autistas impulsado por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) logró evitar el estrés crónico que sufren padres y hermanos y fortaleció los vínculos intrafamiliares, evaluaron los propios participantes. “La primera experiencia colmó nuestras expectativas porque no sólo se logró que los padres y hermanos de los chicos con Trastorno Generalizado del Desarrollo –conocido como autismo– pudieran relajarse, sino que, además, se creó entre las familias un grupo de contención”, explicó Débora Feinman, coordinadora del Inadi. 

Feinman, quien también tiene hijos autistas, explicó que los padres de niños con TGD “sufren de estrés crónico por el alto nivel de atención que requieren los chicos con estas enfermedades”. 

La primera etapa de esta experiencia piloto se realizó entre el 18 y el 31 de enero pasados y consistió en que doce familias con hijos con TGD compartan sus vacaciones en el complejo que el Ministerio de Turismo de la Nación tiene en Embalse Río Tercero, Córdoba.  Durante estos días, las familias estuvieron acompañadas en forma constante por un equipo de terapeutas que organizaba las actividades según las características de cada niño o adolescente. 

“Se trata de una experiencia inédita en la Argentina pero también en el mundo”, explicó Claudio Morgado, titular del Inadi. “Nosotros conocíamos las «Casas de Respiro» en España, que son colonias de vacaciones, pero ésta era una apuesta a vacaciones compartidas”, sostuvo. 

Morgado señaló que “a mitad del año pasado los responsables del Programa TGD le habían planteado la propuesta, y que desde el Inadi se la transmitió al ministro de Turismo, Enrique Meyer”. “La predisposición del Ministerio de Turismo, así como de la Secretaría de Transporte, que facilitó la movilidad, demuestra que estamos en un momento en el que hay una mirada puesta sobre los grupos históricamente invisibles con la intención concreta de hacer algo por ellos”, destacó. 

Además, la Universidad de Tres de Febrero también participó del proyecto al hacerse cargo de los salarios de los profesionales que conforman el equipo terapéutico. “La experiencia fue muy fructífera para nuestra familia y para todas las demás porque muchos pudimos por primera vez relajarnos y disfrutar de actividades sin tener que ser nosotros quienes las impulsábamos”, relató por su parte Eduardo Rosenfel, padre de una de las familias participantes. 

Los padres crearon el blog http://embalse2011.blogspot.com para dar a conocer las alternativas de al experiencia vivida. 

Eduardo destacó que para su hijo Nicolás, quien tiene TGD no especificado, fueron 12 días seguidos de estimulación para el desarrollo de sus habilidades sociales. “Este tipo de jornadas intensivas logran en pocos días avances que llevarían meses”, se entusiasmó. 

Feinman destacó que incluso algunos niños dijeron sus primeras palabras durante esos días de descanso. 

Marina Navarro, madre de otra familia participante, manifestó que “al principio costaba relajarse y comprender” que los chicos estaban con profesionales haciendo sus actividades. “Pero de a poco lo fuimos logrando y, sobre todo, fuimos conociendo nuevas experiencias”, contó. 

“Para los hermanos de los chicos y adolescentes con TGD fue también una posibilidad de distenderse, ya que muchos de ellos están acostumbrados a estar pendientes y esta vez pudieron disfrutar de sus propias actividades”, destacó la coordinadora del programa del Inadi. 

La selección de las familias estuvo a cargo de TGD-Padres –www.tgd-padres.com.ar– una organización que trabaja desde hace años esta problemática, y el criterio fue buscar a chicos y chicas con diferentes edades y variaciones de TGD. 

Las siguientes diez familias invitadas estarán entre el 15 y el 27 de este mes  también en Embalse. “Después de que pase febrero realizaremos un protocolo con las conclusiones finales e intentaremos darle continuidad a través de políticas públicas”, agregó Morgado. “También apuntamos a que este modelo sea replicado luego por entidades  como sindicatos y hasta agencias de viajes”, concluyó.

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