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Una capacitación sin alumnos

La editorial de la UNR capacitó a internos del Irar en encuadernación para recuperar ejemplares de su biblioteca, además de los próximos lanzamientos. Desde la entidad no siguieron con las clases.

Hace apenas unos días se conoció la noticia de que la Editorial de la Universidad Nacional de Rosario está en pleno trabajo por el reacondicionamiento de sus libros, con un trabajo tan intenso como artesanal. La iniciativa busca continuar con la integración social de chicos de alta vulnerabilidad para que sean parte de ese trabajo. Sin embargo, las autoridades provinciales y municipales no dieron el apoyo correspondiente. “Desde el Irar manifiestan que se busca la integración de los chicos en el ámbito laboral, les hemos enseñado a encuadernar y ellos se entusiasmaron, mostraron ganas de seguir trabajando con nosotros, pero desde el Instituto no nos apoyaron. Hemos llamado al ministro (de Justicia, Héctor) Superti y nunca nos atendió”, lamentó Aldo Battisacco, director de la editorial.

El proyecto nació en 2007, al comienzo de la gestión de Battisacco. “Cuando comenzó mi gestión notamos las bajas en el personal de la editorial, y presentamos un programa de integración y capacitación con el objetivo de crear una escuela de gráficos, porque no había. Necesitábamos personas idóneas para el recupero y nueva encuadernación de ejemplares. Quisimos trabajar con el Politécnico, pero el proyecto no prosperó, y es muy interesante, pero hoy sigue en ‘veremos’”, explicó.

Parte de esta idea se trabajó hace unos meses con internos del Irar y si bien los jóvenes se mostraron predispuestos al aprendizaje, de hecho han realizado algunas tareas en medio del recupero de ejemplares, desde el Instituto no continuaron con el apoyo de la idea y el director de la editorial sigue a las espera de jóvenes a los cuales capacitar sobre este arte/oficio.

A lo largo de la implementación del programa, Battisacco y el rector de la UNR, Darío Maiorana, han recibido cartas de agradecimiento de parte de los responsables del bienestar y recupero de los que infringieron la ley. Por ejemplo, María del Carmen Muza, jueza a cargo del Juzgado de Menores de la 1ª Nominación, redactó a Battisacco: “Estos jóvenes, que por distintas circunstancias personales tuvieron conductas transgresoras de la ley penal, encontraron en el ámbito la editorial de la UNR la posibilidad de conocer y llevar a la práctica un oficio calificado, de sostener con responsabilidad un compromiso con el aprendizaje, con el trabajo y con el grupo humano que los ha guiado al punto de que no han sido sindicados por nuevos delitos desde que ingresaron al programa (…) Tal logro sólo puede ser posible con dedicación y paciencia por parte de quines deciden acompañar el proceso de inserción de estos jóvenes a la sociedad en que vivimos, trabajando para su inclusión y brindándoles herramientas para que la oportunidad se transforme en futuro”.

Por su parte, Juan Lewis, secretario de Asuntos Penales del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia, expresó en una misiva a Maiorana: “La articulación que se ha logrado con la UNR fue de lo más fructífera. En efecto, la editorial resultó ser un ámbito ideal para el desarrollo de esta medida socioeducativa, por la calidez humana y preparación técnica del equipo de la editorial. Tales circunstancias han generado un ambiente de calidez que permitió una integración inmediata de los jóvenes al ciclo productivo, a la vez que se ha convertido en el espacio óptimo para esta primera experiencia de trabajo y formación en la vida de estos chicos”.

El fin de este proyecto es resolver el déficit gráfico que se tenía en la editorial (se trabaja con la impresión de máquina, y trabajos auxiliares como el dorado de de tapas de libros, y su encuadernación). En segunda instancia se busca conocer y aprender sobre el proceso gráfico que tiene el libro. Hay proyectos que los preparan como albañiles, pero no saben que al llegar a su casa no tienen las herramientas para buscar trabajo por las suyas, no le dan esos elementos y quedan otra vez en la nada. Este oficio es algo que se practica directamente en la editorial, no hay nada para lo cual esperar”, sostuvo Battisacco.

A su vez, el director manifestó que la propuesta interesó a grupos de vecinales que esperan que sus jóvenes se capaciten en este oficio, pero hasta el momento no hay grupos en concreto.

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