El Hincha Mundial

El día después de la final

Una bienvenida muy especial para Francia y Croacia

Los galos, campeones del mundo, y los croatas, subcampeones, fueron recibidos por una verdadera multitud en París y Zagreb, respectivamente


Tras terminar el Mundial con el partido que definió a Francia como campeón y a Croacia como subcampeón, ambos seleccionados retornaron a sus países y fueron recibidos por una multitud tanto en París como en Zagreb. Una muestra cabal del gran desempeño que tuvieron en el certamen que se disputó en Rusia.

El campeón mimado

La selección francesa desfiló por los Campos Elíseos de París, en un verdadero carnaval del que participaron cientos de miles de fanáticos que festejaban el título mundial obtenido el domingo en Moscú.

Mientras el autobús descubierto de dos pisos avanzaba lentamente hacia el Palacio del Elíseo, sede de la presidencia francesa, la escuadra acrobática de la fuerza aérea sobrevoló la emblemática avenida parisina formando con sus fumígenos la bandera tricolor roja, blanca y azul. El avión que transporto de regresó a los galos aterrizó en el aeropuerto Charles de Gaulle, al norte de París, al mediodía de Argentina. Allí los carros de bomberos formaron un arco de agua de homenaje bajo el cual pasó lentamente el avión hasta el punto de detención.

El capitán Hugo Lloris, con el trofeo en la mano, y el seleccionador Didier Deschamps fueron los primeros en salir del avión.

Fueron recibidos por la ministra de Deportes, Laura Flessel, mientras el personal del aeropuerto cantaba “Merci les Bleus” (Gracias, Bleus).

A partir de esta llegada empezaba una agenda cargada para el equipo campeón del mundo. En un autobús decorado con dos estrellas y con la mención “Campeón del mundo” se dirigieron hacia los Campos Elíseos.

Allí, cerca del Arco del Triunfo, transbordaron en el autobús descubierto con el cual recorrieron la emblemática avenida tal como hicieron hace 20 años, el 13 de julio de 1998, los Bleus campeones del Mundial organizado por Francia.

Zagreb fue una fiesta

Una ciudad vestida de rojo y blanco: sin abandonar la euforia pese a la derrota en la final del Mundial el domingo ante Francia (4-2), Zagreb recibió a la selección nacional tras el histórico subcampeonato en Rusia 2018.

“¡Levantad las manos! ¡Croaaaaacia!”, grita un animador a la multitud mientras el avión de los jugadores, escoltado a la entrada en el espacio aéreo croata por dos Mig-21 de la Fuerza Aérea, sobrevoló poco después de las 10 (hora argentina) la plaza Jelacic, donde decenas de miles de personas llevaban horas reunidas, para ver de cerca a Luka Modric, Ivan Rakitic y compañía.

Más de 100.000 personas se reunieron en las calles del centro de Zagreb para participar en la gran bienvenida a los Vatreni, según la prensa local.  Niños, ancianos, habitantes del lugar o venidos incluso desde el extranjero: el clima fue festivo, con todo un pueblo con ganas de celebración pese a no haber podido levantar el trofeo.

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