Ciudad

Un subsidio económico que apuesta a lo real y otro a la ficción

Por Paola Cándido. La biblioteca popular “Alfonsina Storni” y el corto de ciencia ficción “Abaddon” fueron seleccionados para recibir asistencia. Dos colaboradores del espacio de Ovidio Lagos 367 y la jefa de producción del filme cuentan cómo crecen ambas iniciativas rosa.


subsidio-dentroA principios de este mes en el salón Carrasco de la Municipalidad se entregaron subsidios a bibliotecas populares y a los proyectos ganadores del segundo llamado a subsidios culturales 2013, otorgados por la Secretaría de Cultura y Educación municipal. De un total de 40 proyectos presentados se seleccionaron siete propuestas, dentro de las cuales cinco corresponden a producciones discográficas y dos a creaciones audiovisuales. A cada uno se le otorgó un monto de 7.500 pesos. Uno de los beneficiados fue la biblioteca popular Alfonsina Storni, ubicada en Ovidio Lagos 367. Es una de las más recientes: fue fundada en 1990 como “espacio de pensamiento crítico desde el arte” y se ofrece como espacio abierto  para charlas, reflexiones y debates. Y otro de los proyectos financiados es un corto de ciencia ficción cuya producción es casi un ciento por ciento local: “Abaddon”. Los poetas Pablo Serrati y Marina Maggi, hablaron con El Ciudadano de “La Storni”, institución con la cual colaboran prácticamente desde su creación, y Celeste Arrizabalaga, jefa de producción, habló del filme que revisará el espacio profundo desde Rosario.

Pablo hace diez años que es integrante de la Storni. Empezó como cobrador, siguió como colaborador y actualmente está en la comisión directiva y atiende como bibliotecario todos los días. “Participo activamente de las reuniones, en el día a día, en las cuestiones administrativas y en la parte de tesorería. Tenemos registrados alrededor de 1.200 socios y el material bibliográfico es de 13.000 volúmenes, aunque nos falta contar, ya que recibimos donaciones diariamente. Es un espacio cultural distinto: tenemos una inclinación para abrirnos a intercambios, los socios no sólo vienen a leer y sacar libros”, detalló.

Marina Maggi, poeta y también colaboradora de la Storni, explicó que tratan de especializarse en la poesía. “Hay talleres de poesía para adolescentes y jóvenes, de teatro, plástica, y taller literario para adultos. La intención del taller es generar un espacio de difusión y poder traer más lectores a la biblioteca. Con el subsidio que recibimos, una parte será destinada para pagar impuestos y con el resto compraremos libros. Este subsidio ayuda a solventar las actividades de las bibliotecas populares”, subrayó.

Por su parte, Celeste Arrizabalaga es una de las integrantes del equipo de realización del cortometraje de ciencia ficción “Abaddon”, un proyecto colaborativo que lleva gestándose hace casi dos años y cuenta con dos coproductores: el Estudio Mood y la Escuela de Dibujo Barocelli. Tiene además varios productores asociados; además de un equipo técnico muy amplio. Actualmente sumaron la intervención de más de 40 artistas y profesionales de la ciudad y de distintos puntos del país, como Córdoba y Buenos Aires. Más de cuarenta instituciones gubernamentales, privadas, comerciales y educativas apuestan a la realización de “Abaddon”.

Arrizabalaga es encargada de coordinar el equipo de la producción de arte del corto: escenografía, vestuario, maquillaje. Y también trabaja codo a codo con el director de fotografía, el de efectos especiales y la directora general. “Para el mes de julio del año próximo esperamos estrenar “Abaddon” en las grandes salas. Queremos agotar los festivales y que sea nuestra mini ópera prima. Nuestro trabajo conjunto es a nivel profesional, la idea es demostrar que se puede”, resaltó Celeste.

“Abaddon” es un corto en cuya trama un piloto del transbordador espacial Cóndor, Facundo Aguilar, se despierta en una nave de escape que se perdió en el espacio. Toda la tripulación fue exterminada por un organismo alienígena que encontraron accidentalmente, y fracasó su misión. Aguilar, junto al capitán Breccia, fueron los únicos que lograron escapar con vida, pero al iniciar su viaje en la nave de emergencia, el piloto descubre horrorizado que su capitán ha sido infectado por el parásito y lo asesina.

Aguilar queda a la deriva y sin combustible suficiente para regresar a la Tierra. Pero buscará hacerlo, cueste lo que cueste.

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