En mayo de 2019 un micro del Servicio Penitenciario que trasladaba reclusos por la autopista Rosario-Santa Fe fue tomado por un grupo de esos internos cuando en un descuido se abalanzaron sobre el personal de seguridad a la altura de Granadero Baigorria. Se escaparon a los tiros. Algunos de los evadidos se fueron en un auto que estaba estacionado y tenía las llaves puestas a la vera de la ruta.
El colectivo traía 13 internos de la cárcel de Coronda para una visita familiar en la Unidad Penitenciaria Nº 3. Los diez penitenciarios quedaron en la mira de la Fiscalía y se le inició causa por facilitamiento de la evasión. Los fugados fueron detenidos en distintos procedimientos. Fue en ese marco que unos de los recapturados aceptó su responsabilidad este miércoles en una audiencia virtual y fue condenado a 9 meses de cárcel por evasión agravada por el uso de arma de fuego.
El 8 de mayo un minibus del Servicio Penitenciario trasladaba por la autopista a 13 internos que venían a encontrarse con sus familias en la cárcel rosarina conocida como La Redonda, de Zeballos y Riccheri.
A la altura del kilómetro 5 y según la investigación fiscal, un interno prendió un cigarrillo y un penitenciario abrió una ventana momento en que un grupo de detenidos se abalanzó contra el personal, los redujeron y le sacaron sus armas. Se bajaron 9 internos del minibus y se produjo un intercambio de disparos, que terminó con un penitenciario herido.
El hecho se produjo en la entrada a la vecina localidad de Granadero Baigorria y por ello, algunos de ellos aprovecharon el auto de un vecina, el cual estaba estacionado y con las llaves puestas, para huir.
La fiscal Karina Bartocci abrió una investigación que incluyó a los 10 empleados del Servicio Penitenciario que estaban en el minibus por favorecimiento de la evasión.
El mismo día de la fuga terminó con dos evadidos detenidos, otro grupo fue recapturado en agosto y el último en octubre de ese mismo año.
Entre ellos, estaba Diego Sosa Alfonso, quien purga una condena a 6 años y medio por robo desde 2013. Sosa Alfonso fue detenido ese mismo 8 de mayo junto a otros dos reclusos. Lo llamativo de la acción del muchacho, de 25 años, fue que en diciembre de ese mismo año terminaba su condena.
Este miércoles en una audiencia virtual su defensora María Laura Maenza y la fiscal Karina Bartocci presentaron ante el juez Gustavo Pérez de Urrechu un acuerdo abreviado. Propusieron una condena de 9 meses de cárcel por el delito de evasión agravada por el uso de arma de fuego para el joven, describieron los voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
En dicha audiencia, Sosa Alfonso admitió su responsabilidad en el hecho y consintió el acuerdo que fue homologado por el magistrado que dictó condena en su contra.
Los evadidos
Además de Sosa Alfonso, los otros ocho evadidos fueron: Nahuel Arce, condenado a 8 años de prisión por homicidio; Alfredo Rojas, quien cumplía 25 años de reclusión por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, amenazas coactivas y lesiones graves; Hugo Peralta, el cual purgaba 20 años y 2 meses de prisión por los delitos de amenazas calificadas, robo simple y robo calificado por el uso de arma de fuego; Alberto Quiróz, penado a 13 años y 8 meses por el asesinato en enero de 2015 del taxista Hugo Camilo durante un robo; Carlos Andrés D’Angelo, quien recibió 23 años por diferentes delitos entre los que se cuenta el crimen del comerciante Edgardo Giménez, en octubre de 2014 en Baigorria; Leandro Ubaldo Cabalié, quien estaba investigado por homicidio; Alejandro Andrés Candia condenado a 10 años y 4 meses por robo calificado, robo y amenazas y Mariano “Pato” Cardozo, penado a 14 años por el homicidio del repartidor Luis Orlando Segovia, ocurrido el 16 de mayo de 2008.
Cayó el último de los prófugos por la evasión en la autopista Rosario-Santa Fe
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