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Mea culpa

Un pecado de juventud

Giovani Lo Celso habló del gol que se perdió ante Quilmes y aceptó su falla en la definición.


Promediaba el segundo tiempo del partido del lunes pasado ante Quilmes. Central lo ganaba 1 a 0 y, sin jugar bien, iba a tener una chance para aumentar esa ventaja.

Marcelo Larrondo le bajó la pelota a Giovani Lo Celso para dejarlo en buena posición de remate de cara al arco del Cervecero. Pero el joven volante auriazul remató en forma imperfecta y el balón se fue desviado.

Después, Quilmes dio vuelta la historia y terminó ganando 3-1. Y aquella jugada que protagonizó Lo Celso quedó instalada en el enorme libro que compendia “lo que hubiera sucedido si esa pelota entraba”.

Lo concreto es que el mediocampista, que sumó en Quilmes su tercer “rato” en primera división, se mostró mortificado por su yerro. Y no solo asumió el error en la definición.

También mostró una autocrítica digna de un futbolista de mayor edad y experiencia.

—¿Cómo viviste la derrota ante Quilmes?

—Nos fuimos con un sabor muy amargo de la cancha. Pero, personalmente, me fui muy dolido. Me quedó dando vueltas esa jugada que tuve para marcar el segundo gol. Estuve pensando en eso desde que me subí al micro, a la salida de la cancha, hasta que llegamos a la habitación del hotel de Arroyo Seco a dormir.

—¿Qué te recriminás de esa jugada?

—No le encuentro explicación. Quedé perfilado para definir como lo hice, y fue lo que me salió. Repasando la jugada, cuando volví a ver al partido, lo tengo a Chuky (Cervi) al lado, para habilitarlo, que era la más fácil. Pero la verdad que en la cancha no levanté la cabeza, y no lo vi. Me quedé pensando mucho en la jugada, la volví a ver varias veces, la pausé. Pero bueno, en ese momento tomé una decisión, y fallé. Lo que más lamento es que, si esa pelota hubiera entrado, nos poníamos dos a cero, y creo que planchábamos el partido.

—Se entiende tu preocupación por el yerro, pero en estos ratos que tenés en primera este fue tu primer mano a mano.

—La verdad que sí. Es la primera que me queda tan clara. De todos modos, lo bueno de esto es que el fútbol te da revancha rápido. Ahora tengo que entrenar el doble para lo que viene. Acá tengo un cuerpo técnico, y un grupo de compañeros que me apoya y me da confianza en forma permanente. Y ese respaldo ayuda a crecer día a día.

—¿Parece que sos de los que les gusta repasar jugadas y partidos en video?

—Sí, miro mucho. Especialmente le presté mucha atención a los segundos tiempos de los partidos en los que me tocó entrar (NdR: Vélez, Sarmiento, y Quilmes). Trato de ver dónde me ubico, cómo resuelvo con la pelota, y esas cosas. Eso me permite realizar una autocrítica, revisar qué hice bien y qué me faltó, para tratar de corregir cosas de cara a lo que viene.

—¿Qué te había pedido Coudet cuando ingresaste a jugar el segundo tiempo?

—Que tratara de agarrar la pelota, y que buscara taparle la salida a Braña, que era el volante más retrasado de ellos. La intención era que buscara las espaldas de los volantes rivales para recibir y estar cerca de Marcelo (Larrondo).

—Teniendo en cuenta que quedaron un poco lejos de los líderes, ¿cambia el objetivo del grupo?

—No, se sigue mirando todo de la misma forma. El objetivo es llegar a las últimas fechas del torneo con chances de pelear el título, y avanzar en la Copa Argentina tan lejos como se pueda. No nos desviamos de esto.

—¿Cómo imaginás el partido con Belgrano?

—Va a ser duro. Tendremos enfrente a un equipo que está haciendo un buen torneo. Ellos también tienen necesidad de sumar puntos, porque no querrán perder terreno en la tabla, lo mismo que nosotros. Así que espero que se dé un partido abierto.

Equivocarse también vale (Por Guillermo Ferretti)

Asumir un error no es cosa de todos los días. Y la afirmación comprende prácticamente todos los órdenes de la vida. En estos días, admitir una equivocación parece un pecado.

En una sociedad altamente exitista, la soberbia es mucho más común y frecuente que la humildad. Algo que en nuestro fútbol aparece potenciado.

Tal vez sea por este motivo, que los dichos de Giovani Lo Celso, reconociendo un error personal en un partido, sean destacables. Y más aún, cuando se trata de un jugador joven. Con 19 años, y un puñado de minutos en primera, Lo Celso admitió que, después de fallar un gol ante Quilmes, casi no pudo conciliar el sueño. Se mostró mortificado, y hasta repasó la jugada en video para tratar de encontrar alguna explicación.

La joya, que la fecha pasada asistió en forma brillante a Ruben para el gol del empate ante Sarmiento, se transformó para muchos en bijouterie de oferta por una mala definición. De la gloria a Devoto. El hincha no perdona. Mide con la vara del éxito. No hay otra.

Lo Celso podrá triunfar o no en primera. Es muy pronto como para aventurarlo. Lo que sí se puede augurar sobre él es que eligió un buen camino para dar sus primeros pasos: el de la autocrítica sincera. Sin verso. Saludable actitud.

Entrenan con la mira puesta en Marco Ruben

Los auriazules entrenaron ayer por la mañana en el country de Arroyo Seco. Y, tal como estaba previsto, Marco Ruben volvió a realizar tareas diferenciadas. El delantero empezaría a elevar la exigencia física desde hoy. Y se mantiene el optimismo respecto de que se recupere de la lumbalgia que padece, y pueda estar el domingo por la tarde ante Belgrano de Córdoba en Arroyito.

En cuanto al resto de los integrantes del plantel, participaron de trabajos físicos y un ejercicio de fútbol en espacio reducido.

Los únicos que se movieron en forma más liviana fueron José Luis Fernández y Marcelo Larrondo. Los dos jugadores disputaron los 90 minutos el lunes ante los cerveceros y arrastraban un buen tiempo sin participar de un partido completo.

En cuanto al probable equipo para recibir al Pirata, las primeras señales aparecerán entre hoy y mañana, cuando el Chacho Coudet empiece a trabajar en lo táctico, y en lo futbolístico.

Temas canallas

Más tiempo para el Loncho. En principio, existía la expectativa de que Paulo Ferrari pudiera formar parte de los concentrados para jugar la semana que viene por Copa Argentina ante Ferro. Pero el Loncho, que transita le última etapa de recuperación de la lesión que sufrió en el Aquiles derecho en diciembre del año pasado, tendrá que esperar un poco más. Es que si bien su evolución es buena, todavía no tiene el alta médica para realizar todos los trabajos a la par de sus compañeros. Por lo tanto, habrá que trazar una nueva fecha en borrador para su posible regreso.

Ante Unión, el domingo 30. En el borrador de la programación para la fecha 22, el partido de Central visitando a Unión aparece para disputarse el próximo domingo 30 en horario aún por definir. Ese mismo domingo, se desarrollará en la ciudad de Santa Fe la segunda jornada de una nueva fecha del Súper TC 2000. Y aunque ese evento moviliza buena cantidad de público, los encargados de la seguridad de la provincia dieron el okey para que de todos modos se dispute el partido en el estadio tatengue.

La reserva va el domingo. Ayer quedó programado que el partido de división reserva entre Central y Belgrano de Córdoba se jugará el mismo domingo, pero por la mañana. El encuentro se disputará en el predio de Arroyo Seco, desde las 10. Los auriazules vienen de igualar el lunes pasado en su visita a Quilmes 2 a 2. Así, los de Hugo Galloni ya sumaron 26 puntos en 18 presentaciones. Y siguen lejos del cómodo líder San Lorenzo, que manda en el escalafón de la divisional con 40 unidades en 16 partidos. Belgrano, por su parte, no jugó en esta fecha, ya que postergó su juego con Tigre.

Varios en capilla. Ante Quilmes, Franco Cervi sumó la cuarta amarilla acumulada del torneo y quedó al límite de una sanción. En la misma situación que el volante ofensivo hay otros tres futbolistas auriazules que fueron titulares ante los cerveceros: Pablo Álvarez, Cristian Villagra y Marcelo Larrondo. Cualquiera de estos futbolistas que sea amonestado el domingo ante Belgrano no podrá jugar la fecha siguiente ante Unión en Santa Fe.

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