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Hay que ir a conocerlo

Un paraje argentino de solo 300 habitantes fue elegido uno de los pueblos más bonitos del mundo

En medio de las sierras se encuentra un "tesoro escondido" que parece detenido en el tiempo gracias a que el silencio y la seguridad habita las 24 horas del día.


La Carolina tuvo una importante distinción

Con el objetivo de fomentar el turismo sin prejuicios, la Organización Mundial del Turismo y otras instituciones, también dedicadas a los viajes, se encargan de compartir desde información importante hasta generar diferentes rankings con lugares increíbles que cualquier persona debería conocer.

En este sentido, Argentina es uno de los países más versátiles en cuanto a turismo, ya que es una de las pocas naciones que posee todos los climas y paisajes. Además, cada uno de los sitios cuenta con gran variedad de actividades e incluso una importante carga cultural que se representa a través de la historia, las tradiciones y la gastronomía.

Continuando con estas características, una localidad puntana, ubicada en el corazón de las Sierras Centrales, recibió el reconocimiento “Best Tourism Villages”, es decir, como uno de los pueblos turístico más lindo del mundo. Esta distinción no solo tiene en cuenta el desarrollo apto para visitantes, sino que también destaca la belleza paisajística, el compromiso de sus vecinos y la sostenibilidad.

Un pueblo “escondido” en medio de las sierras

La Carolina es una pequeña localidad ubicada en el “corazón” de las llamadas Sierras Centrales del territorio de San Luis. Gracias a su especial ubicación geográfica, se la considera una de las sociedades situadas a mayor altura sobre el nivel del mar. Además, conocida por resguardar la historia de los primeros buscadores de oro de Argentina.

El lugar en sí se sitúa a unos 80 kilómetros de la capital provincia y 180 kilómetros de la reconocida ciudad de Merlo. Aunque, por otro lado, también vale la pena destacar que se encuentra en la cercanía del río Grande, uno de los cursos de agua más importantes y lindos de la región.

Un lugar con mucha historia

Esta imperdible localidad fue cuna de la fiebre del oro. En ese entonces era llamada San Antonio de las Invernadas, hasta que en 1794, el virrey Sobremonte, gobernador intendente de Córdoba del Tucumán, la bautizó por su actual “La Carolina” en honor del rey Carlos III de España.

Con el paso del tiempo, Felipe Anderson y Jacobo Spiere extrajeron el oro, el cual se llevaba a Chile y se acuñaba en la Casa de Moneda de Santiago Heindenreich. De aquel momento solo queda su semblanza dorada, con brillos de transparencia, las sierras que acercan al cielo, el susurro del agua de los arroyos que evoca las historias y sueños de los mineros.

Actividades que combinan aventura y cultura:

La Carolina ofrece una interesante variedad de opciones para disfrutar con familia. Entre ella se destaca: explorar antiguas minas de oro, visitar la emblemática Iglesia de Piedra, recorrer la cautivadora cueva Inti Huasi, bañarse en las tranquilas aguas del río, subir las Sierras Grandes. Además, para los amantes de la gastronomía, encontrarán pequeños locales para deleitarse con exquisitos platos tradicionales.

Por otro lado, vale la pena mencionar el Museo dedicado a la Poesía en la Casa del célebre escritor puntano Juan C. Lafinur, él cuál custodia y exhibición de más de 1.700 manuscritos de literatos locales de habla hispana y del Mundo y Centro de Interpretación; y el Museo Mineralógico El Cóndor, una exposición al aire libre donde se realiza la venta de piedras y minerales de la zona.

Si querés estar en contacto con la naturaleza, Antu Ruca ofrece la posibilidad de vivir una experiencia sin intermediarios, con sencillez, de poder observar, oler, gustar, vibrar, con cada piedra, planta, animal, silencio, sol y estrellas. Además, los participantes disfrutan de una hermosa caminata por las sierras, mientras que se obtienen imágenes impactantes.

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