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Un consenso que no es tal

Si bien Mauricio Macri aclaró que su convocatoria a la unidad de la oposición no persigue acuerdos electorales sino programáticos, generó un amplio rechazo entre los diferentes partidos políticos.

La convocatoria del jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, a acordar políticas públicas de cara a las elecciones de octubre generó una fuerte división en la oposición, incluso dentro del radicalismo y del Peronismo Federal.

De todas maneras, Macri se encargó de aclarar que la convocatoria no está direccionada hacia un acuerdo electoral, sino que persigue “un acuerdo programático”. El líder del PRO señaló que no pondrá límites a otros espacios políticos en el eje programático opositor, porque eso denotaría “intolerancia”.

“No pasa por un acuerdo electoral, sino por un acuerdo programático, por políticas transparentes que estén al servicio de la gente”, sostuvo Macri.

Por su parte, el precandidato presidencial del PJ disidente, Eduardo Duhalde, manifestó su malestar por el “protagonismo” adoptado por Macri con su propuesta pública, lo mismo que hizo su par Felipe Solá, aunque el diputado nacional aceptó la invitación y designó  sus representantes para el diálogo.

En el radicalismo, en tanto, el también aspirante a la presidencia Ricardo Alfonsín volvió a enfrentar a los sectores de Julio Cobos y de Ernesto Sanz al rechazar un acercamiento al PRO, con el que –sostuvo– la UCR tiene “visiones contrarias”.

La Coalición Cívica de Elisa Carrió, el socialismo, el GEN de Margarita Stolbizer y Proyecto Sur de Pino Solanas ratificaron que el PRO resulta un “límite” para avanzar en acuerdos programáticos y electorales.

La sorpresiva convocatoria de Macri en conferencia de prensa cayó mal a Duhalde, quien remarcó ayer que desde hace tiempo viene trabajando en un acuerdo de “gobernabilidad” con sectores de la oposición y que esas reuniones no deben ser “públicas”.

“Trabajamos durante más de dos años con Rodolfo Terragno, la UCR, el socialismo, el GEN e incluso el oficialismo, para perfilar políticas de Estado. En diciembre del año pasado firmamos un acta acuerdo con todos y ahora debemos avanzar, pero no conviene hacerlo públicamente, porque hay que hacer una sintonía fina de estos programas”, explicó Duhalde desde Tucumán, donde continúa la interna del PJ anti-K.

Más duro fue el diputado Alfonsín, quien consideró “un despropósito pensar que (la de Macri) sea una propuesta en serio” y advirtió que “hay que ser cuidadoso con ciertas cosas que propone” el líder del PRO.

“¿Qué nos quiere decir con programa de blanqueo de la economía? ¿Está hablando de otro blanqueo de capitales? O cuando habla de inversión en ferrocarriles: ¿Por qué hace énfasis en el Belgrano Cargas? Con el PRO tenemos visiones contrarias, la mayoría tiene una mirada reivindicativa de la década del 90”, cuestionó el hijo del ex presidente Raúl Alfonsín, diferenciándose de esta manera de las posturas de sus correligionarios Sanz y Cobos.

Solá, por su parte, reconoció que “la propuesta es válida”, aunque señaló que “lo mejor hubiera sido que antes de hacer una convocatoria a través de la prensa se hubiera llamado a los líderes de la oposición”.

A pesar de sus reparos, el ex gobernador bonaerense sostuvo que “no por eso la propuesta debe ser rechazada” y designó al diputado nacional Roberto Mouillerón y a Esteban Conte Grand para integrar los equipos técnicos que se abocarán a la búsqueda de “consensos”.

Desde Proyecto Sur, el candidato a jefe de Gobierno porteño, Claudio Lozano, afirmó en diálogo con Télam: “No tenemos ningún tipo de coincidencias con Macri en torno a la pobreza, al trabajo y al proyecto de país”.

A su vez, la titular del GEN y posible candidata a la gobernación bonaerense, Margarita Stolbizer, había sostenido que la propuesta de Macri “es absolutamente inviable” y que el jefe de gobierno “lo único que hace es aportar confusión a una sociedad que ya está confundida”.

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