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Un centro único en Rosario para conservar órganos

Es un ente binacional (Argentina-Italia) que depende de la secretaría de Ciencia y Técnica de la UNR.

El único centro de criobiología clínica y aplicada que existe en Latinoamérica funciona desde hace casi un año en Rosario, donde un grupo multidisciplinario de científicos investigan la conservación de órganos y recuperación de tejidos en animales con el propósito de aplicar esa técnica en trasplantes para seres humanos.

Se trata del Centro Binacional (Argentina-Italia) de Criobiología Clínica y Aplicada (CAIC), que depende de la secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), que desde octubre del 2009 reúne a un equipo multidisciplinario integrado por biólogos, bioquímicos, biólogos moleculares, médicos, veterinarios, y farmacéuticos, todos de la UNR y el CONICET.

“La criobiología estudia los efectos de las bajas temperaturas y del congelamiento sobre los organismos vivos. Estos efectos son de gran importancia en muchas subdivisiones de la biología, que incluyen a las ciencias que estudian a las plantas y animales, la entomología, la microbiología, además de la medicina, veterinaria y ciencias de los alimentos”, explicó a Télam el director del CAIC, Joaquín Rodríguez.

Además, a través de la criobiología “se puede conservar la biodiversidad, es decir, guardar todo lo que sean gametas de animales o especies en extinción”, y también “aprender e interpretar cómo la naturaleza resiste al frío, en cuanto al reino vegetal o animal y de qué manera se pueden utilizar esos conocimientos en salud humana”, detalló.

Rodríguez dijo que el CAIC “es el único centro de criobiología de América Latina dedicado a las aplicaciones clínicas básicas”, donde catorce investigadores rosarinos experimentan la conservación de órganos en animales con el propósito de aplicar esa técnica en los trasplantes en seres humanos.

“Por ahora centramos el trabajo con animales, aunque los objetivos son muchos más amplios. En este momento estamos trabajando en el desarrollo de una solución de preservación para trasplantes de órganos, y en algunas técnicas para recuperar órganos de donantes llamados «marginales», que son aquellos que por lo general, sus órganos no se pueden utilizar porque no cumplen con las condiciones necesarias”, apuntó.

Al respecto dijo que cuando una persona pierde la vida en la calle o en un accidente “en muchas ocasiones sus órganos no pueden ser utilizados para ser trasplantados debido a que esos tejidos sufrieron la interrupción de la circulación y quedan dañados”.

“Entonces, lo que estamos haciendo en el laboratorio es estudiar los fenómenos que ocurren durante esa interrupción y desarrollar estrategias que permitan recuperar esos órganos utilizando las bajas temperaturas. Si esto funciona, en un futuro se podría aplicar a órganos humanos”, comentó Rodríguez.

Los científicos del CAIC experimentan con animales, cuyos órganos son preservados con medios líquidos denominados «soluciones de preservación».

“Estos líquidos especiales son muy costosos, por lo que ya estamos desarrollando nuevas soluciones más económicas y eficientes, pero además, nos encontramos trabajando en un prototipo de máquina donde se colocará el órgano para irrigarlo a bajas temperaturas, una técnica que se conoce como «perfusión hipotérmica» con el fin de lograr una mejor recuperación de los tejidos”, comentó el director del CAIC.

Rodríguez dijo que el Centro tiene proyectado incorporar más científicos para el  2011, y que pronto esa institución firmará un convenio con la Fundación Favaloro “para trabajar en equipo con el grupo de trasplantes multiorgánicos y con la Universidad Nacional de La Plata (UNLP)”, adelantó.

Rodríguez contó que el Centro es un emprendimiento conjunto entre el Centro Studi Fegato de la Región Autónoma Friuli-Venezia-Giulia, de la Universidad de Trieste, y la Universidad Nacional de Rosario (UNR), auspiciado por la Cámara de Italiana de Comercio, la Embajada de Italia y La Fundación de la ciudad de Rosario.

“Realmente tenemos muchas expectativas con las investigaciones que realizamos y nos sentimos en deuda con la ciudad por todo lo que nos han brindado”, dijo Rodríguez.

“La preservación de órganos es un objetivo, pero también estamos realizando otras líneas de investigación para preservar tejidos nerviosos. No queremos generar falsas expectativas; debemos ser prudentes con este tema”, finalizó.

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