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Un cavaliere contra la pared

La Fiscalía de Milán solicitó un juicio sumarísimo contra el premier Silvio Berlusconi por prostitución de menores y abuso de poder. Hay plazo de cinco días para decidir la eventual apertura de un juicio.

La Fiscalía de Milán solicitó ayer un juicio rápido contra el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, para procesarlo por prostitución de menores y abuso de poder.

Tras conocerse la petición del fiscal Edmundo Bruti, el premier la calificó de “subversiva” y reiteró que la Fiscalía de Milán no es competente en este caso.

Una jueza de Milán tiene ahora de plazo al menos cinco días para decidir la eventual apertura de un juicio contra el premier de 74 años. En caso de ser declarado culpable, podría ser condenado hasta a quince años de prisión.

Según la acusación, Berlusconi intervino personalmente en mayo del año pasado para impedir que una joven marroquí conocida como Ruby R., de 17 años, entrara en prisión después de haber sido arrestada por un supuesto robo.

El primer ministro admitió que en la noche del mismo día había llamado por teléfono a un funcionario de alto rango de la Policía milanesa para conseguir la puesta en libertad de la joven.

Incluso, después de ser investigada, Ruby participó a cambio de dinero, junto con otras mujeres jóvenes, en fiestas organizadas en la mansión de Berlusconi en las cercanías de Milán.

Berlusconi rechaza todas las acusaciones. Sus abogados alegan que la acusación presentada contra su cliente es anticonstitucional porque los fiscales milaneses no serían competentes en este caso.

“Estas medidas violan la ley y van contra el Parlamento, porque la Fiscalía de Milán no tiene competencia ni funcional ni territorial”, manifestó Berlusconi durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros celebrado ayer.

Además, el premier italiano afirmó que se trata de una “farsa”, de “acusaciones infundadas” y que la investigación llevada a cabo por los fiscales milaneses tiene como única finalidad la “difamación mediática”.

“Siento que estas cosas hayan ofendido a la dignidad del país y hayan echado fango sobre el país y sobre mi persona a nivel internacional”, declaró.

“No sé quién pagará. Pagará el Estado porque naturalmente intentaré encausar al Estado”, agregó.

“Il Cavaliere”, como se lo llama, reiteró que no existe la supuesta conclusión de la que se le acusa por haber llamado por teléfono a una comisaría de Milán el pasado 27 de mayo para que liberaran a la joven marroquí Ruby R.–retenida por un pequeño robo–, alegando que se trataba de la sobrina del presidente egipcio, Hosni Mubarak.

“Intervine como presidente del Consejo de Ministros porque estaba preocupado de que pudiese suceder un incidente diplomático”, dijo, reiterando con esas palabras que estaba convencido de que se trataba de un familiar del mandatario egipcio.

Tampoco subsiste, según Berlusconi, la hipótesis de incitación a la prostitución de menores.

“No existe, se desprende de las declaraciones realizadas por las personas interesadas”, agregó.

Berlusconi tuvo tiempo para quitar importancia al asunto durante la rueda de prensa y explicó: “No me preocupo por mí. Soy un viejo rico que puede dedicarse a hacer hospitales para niños como he deseado siempre”.

Ahora, la Justicia tendrá unos cinco días para decidir sobre la solicitud del fiscal de la República de Milán, Edmundo Bruti Liberati, sobre el procesamiento de Il Cavaliere.

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