Ciudad

Aniversario negro

Un año después, heridas abiertas y gente sin consuelo

Con incontenible dolor, familiares y amigos de las víctimas, y sobrevivientes recordaron a los 22 muertos de Salta 2141.


A un año de la catástrofe la esquina de Salta y Oroño se transformó anoche en el lugar de las emociones, las lágrimas, los reclamos y el dolor. Después de la misa celebrada por la tarde en memoria de los fallecidos, familiares, amigos y sobrevivientes de la explosión de Salta 2141 rindieron homenaje a las víctimas fatales. Hubo abrazos, palabras entrecortadas, globos lanzados al cielo y el vehemente pedido de justicia encabezado, principalmente, por la madre de Santiago Laguía, la hermana de Carlos López, la esposa de Hugo Montefusco y el hermano de Débora Gianángelo, cuatro de los fallecidos la mañana del 6 de agosto del año pasado.

Los momentos intensos se repitieron una y otra vez cuando unas 500 personas se congregaron, pasadas las 18, en la esquina de la tragedia para asistir al oficio pastoral al que le siguió un emotivo acto de cierre en el que hasta hubo música, con la voz de Soledad Pastorutti, quien se hizo presente como una manera de demostrar su apoyo para con los afectados por la catástrofe.

Familiares y amigos de Estefanía Magaz, la joven de 21 años que murió en la explosión, hicieron volar globos “para que lleguen hasta ella”. Su hermano Ezequiel, quebrado por el llanto, no pudo hablar y entonces el periodista Daniel Amoroso, a quien convocaron para conducir el acto, contó que la muchacha fallecida cumpliría 23 años el próximo domingo 24 de agosto. Después, llegó el final de la velada que estuvo teñido por la indignación de los familiares de Laguía, Montefusco, López y Gianángelo.

“Es necesario que la investigación no se cierre para que todos los responsables de la tragedia sean sancionados. Por eso reclamamos la continuidad de la investigación, que se aplique la pena máxima y se imponga el cumplimiento de prisión efectiva”, dijo Eleonora López.

Claudia Vaio, madre de Laguía, no escatimó palabras para su reclamo de justicia. Y dejó en claro que, como familiar de una de las víctimas fatales, nunca se sintió contenida por el Estado. Para ella, lo ocurrido el 6 de agosto de 2013 no fue una tragedia: “Me hago cargo de lo que voy a decir. Fue un crimen social, un asesinato, un homicidio. Estos inocentes fueron víctimas por negligencia, por corrupción, porque nadie controla, porque todos se llenan los bolsillos y le importa muy poco lo que le pasa al vecino o al ciudadano común”, dijo con bronca y firmeza.

Adrián, el hermano de Débora Gianángelo, arremetió contra Litoral Gas, sosteniendo que la firma no invirtió en seguridad, ni lo hace ahora. “Los rosarinos día a día seguimos sufriendo con pánico latente ante las recurrentes fugas de gas que suceden en los edificios y en la vía pública”, sostuvo. En cuanto al espacio que ocupaban las tres torres de Salta 2141, marcó: “No se debe construir sobre el dolor como si nada hubiese acontecido”.

Cerca de las 20, minutos antes de se escucharan los estallidos de 22 bombas de estruendo, una por cada muerto en la explosión, la voz de la Sole Pastorutti cantaba: “Cuando todo pierde claridad, cuando las miradas no reflejan la verdad, busco alguna forma de volver, de renacer (…)”.

“Pedimos por las cicatrices”

El reclamo de justicia por la tragedia que enlutó a la ciudad el 6 de agosto de 2013 fue también exhortado por el obispo saliente de Rosario, José Luis Mollaghan, durante la homilía que realizó en la tarde de ayer en memoria de las 22 víctimas fatales que dejó la explosión. Así, pidió “paz para los que continúan de pie” y recordó las palabras que el papa Francisco pronunció cuando todavía era el cardenal Jorge Bergolgio: “Las llagas profundas no se curan fácilmente, por eso pedimos por las cicatrices de los familiares y amigos”.

Finalmente, Mollaghan dijo que “en este lugar (por el terreno en donde se levantaba la torre que implosionó y las que quedaron prácticamente destruidas) podría imaginar que surja “una fuente de agua, como símbolo de vida, algo que fluya para mantener vivo el recuerdo”. De este modo, dejó entrever una muestra de apoyo al proyecto que insta a la expropiación del predio para instalar un sitio para la memoria.

“Héroes el corazón”

En el día del aniversario de la tragedia de calle Salta se proyectó en el cine Monumental, a sala llena, el documental Héroes del corazón, que recopila testimonios inéditos de damnificados directos por la explosión y rescatistas en un ida y vuelta de agradecimientos.

“Son historias de los rescates más complicados. La mayoría de los entrevistados no habían dialogado con la prensa por haber estado hospitalizados. Son muy emocionantes porque sentimos que había una necesidad de agradecer de las dos partes”, contó a El Ciudadano la productora María Fernanda Moreno.

El cortometraje podrá verse también hoy a las 18.30 en el complejo Madre Cabrini.

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