“Somos la ciudad más limpia y cuidada de Argentina con un modelo de higiene urbana que integra una alta conciencia ciudadana, participación social responsable y eficiencia en la gestión de residuos”, se entusiasmó el intendente Miguel Lifschitz ayer, al celebrar el primer año del programa “Rosario más limpia”. El 17 de noviembre de 2009, en un colmado Teatro La Comedia, el jefe del Departamento Ejecutivo encabezó el lanzamiento del programa que pretendía articular las “innovaciones” que a nivel global se diseñaban para gestión de residuos completando un trípode con la pata “social”, esto es una fuerte tarea de concientización pública y acciones para involucrar a múltiples actores para enfrentar el problema garantizando a la par el cuidado del medio ambiente. “Esto es una síntesis de lo que hemos realizado en el área de medio ambiente en los últimos 15 años para sumar, a la par de las innovaciones desarrolladas por la Municipalidad en la materia, la participación activa de todos los vecinos en el cuidado del entorno”, dijo Lifschitz un año atrás.
“La higiene urbana no es un tema más de la ciudad, tiene que ver con la calidad de vida, con el respeto y la consideración hacia los vecinos, hacia las futuras generaciones, hacia los niños, hacia los que están naciendo en estos días, que tienen el derecho de vivir en un planeta más saludable, con más respeto a la naturaleza, en ciudades más amigables”, había marcado el intendente en ese momento.
Hoy, un año después, la iniciativa avanza en apuntalar la conciencia ciudadana, la participación social responsable y la eficiencia en la gestión de residuos con vistas a fines del año próximo, para que el programa se acerque lo más posible a la meta de cualquier urbe del mundo: la “basura cero”.
Al celebrar el primer cumpleaños del plan, Lifschitz dijo que se llegó a “la mitad del camino”. Y destacó que los aspectos innovadores de Rosario más Limpia se han afianzado y desarrollado “a la par de significativos hitos en la gestión de residuos” que fueron sucediéndose desde que se lanzó el programa. En esa línea incluyó:
Creación del ente Sumar: el Servicio Urbano de Mantenimiento Ambiental Rosario innovó en proyectos y programas para mejorar y optimizar la gestión integral de los residuos de la ciudad.
Más contenedores: Rosario ya es la ciudad con más contenedores del país por habitante, con un sistema integral que combina 5.000 depósitos plásticos y 2.000 metálicos ubicados de acuerdo a la densidad poblacional.
Separación de residuos: a través de estrategias para la minimización, el reciclado y la recuperación de los residuos, el programa Separe ya suma más de 170 centros de recepción, además del sistema de recolección puerta a puerta en algunas zonas de la ciudad y la reciente incorporación de las islas de separación en vía pública a través de sistema de contenedores metálicos para residuos diferenciados.
Capacitación y motivación de los actores vinculados, como recolectores formales e informales.
Programa de voluntariado ciudadano con importante agenda de jornadas de limpieza en plazas y barrios, en conjunto con escuelas, vecinales y organizaciones barriales.
Mejoras en el sistema de recolección de verdes y voluminosos, simplificando su modo de uso para todos los vecinos, a través de la recolección fija de un día por semana para cada zona de la ciudad.
Sostenido trabajo de erradicación de basurales en distritos con más presencia de esta problemática, enfocando el trabajo en la limpieza de los basurales y también en las conductas de los vecinos que generan los mismos: la entrega de materiales a recolectores informales, con un incremento en las sanciones a infractores.
Alto impacto de las estrategias de separación de residuos en la cantidad y calidad de materiales que recibe la Cooperativa de Trabajo destinataria del contenido de los sistemas de recepción de material separado. Se cuadruplicaron los ingresos e incorporaron máquinas que les permiten avanzar en la cadena de producción para un mejor posicionamiento en el mercado.
Campañas y acciones de concientización para conocimiento del Decálogo por una Rosario más Limpia (ver aparte), utilización de bolsas para comprar, con participación de empresas e instituciones de la ciudad.
Articulación con otros programas y activa presencia en actividades culturales, deportivas y de capacitación.
Reconocimiento a actores relacionados, a través de reuniones y entrega diplomas en agradecimiento al trabajo mancomunado.
Con todo, ya durante la semana pasada el programa Rosario Más Limpia comenzó a celebrar su primer año de existencia con una fuerte presencia en la Fiesta de las Colectividades –se minimizó la presencia de residuos al mismo tiempo que se daba una asistencia récord de un millón de personas en la feria– combinando presencia de los servicios de higiene, separación de residuos en los espacios de todas las colectividades, una carpa con información de servicios y modos de participación del programa, juegos y actividades.
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