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Último adiós a María Zalazar, trabajadora del Carrasco y luchadora por los derechos de la diversidad

Tenía 48 años y desde el inicio de la pandemia nunca dejó de ir a trabajar, ya que era considerada trabajadora esencial. Había trabajado en la cocina del Hospital Carrasco de Rosario y actualmente estaba en el área de admisión de la guardia. Estaba casada con Natalia, con quien tuvieron un bebé


María Zalazar tenía 48 años y desde el inicio de la pandemia nunca dejó de ir a trabajar, ya que era considerada trabajadora esencial. Había trabajado en la cocina del Hospital Carrasco de Rosario y actualmente estaba en el área de admisión de la guardia. Estaba casada con Natalia con quien tuvieron un bebé, Ciro, hace seis meses. Contrajo covid-19, estuvo internada y finalmente falleció este lunes.

Este martes a la mañana sus seres queridos la despidieron. El cortejo fúnebre se detuvo en la puerta del hospital donde aguardaban sus compañeros y luego siguió hasta el cementerio El Salvador.

Mónica Milillo es secretaria de Desarrollo Humano en el Sindicato de Trabajadores Municipales y contó a El Ciudadano que conoció a Zalazar hace cinco años y en enero de 2019, cuando crearon la comisión de Género y Diversidad, empezó a tener mayor vínculo.

Previamente, Zalazar se había presentado al programa por el Trato Digno, a través de una nota: “Era una mujer luchadora por los derechos de la comunidad LGBTIQ. Presentó un proyecto para incluir a la diversidad sexual en lo gremial, en el sindicato y así también poder hacerlo visible en todos los espacios laborales. Siempre luchó, no le ha sido fácil”.

Para Milillo se trata de un ejemplo de persona y de una trabajadora responsable y comprometida con los demás. “Desde el sindicato la hemos acompañado en su historia de vida. A ella y su pareja les costó mucho poder tener a su bebé Ciro, que finalmente nació hace seis meses y estuvo su primer mes internado. Todo este tiempo María siguió trabajando, era muy responsable además de ser personal esencial necesitaba seguir trabajando para sostener económicamente a su familia”.

Contó que su esposa Natalia también trabaja en el Carrasco, pero desde que nació Ciro estuvo en su casa cuidándolo. En la comisión de Género y Diversidad, de la que formaba parte Zalazar, “ella representaba a las mujeres lesbianas, esa era su lucha”. Su objetivo era visibilizar para poder integrar al ámbito laboral a mujeres, lesbianas, travestis y trans. Con ese compromiso la recuerdan sus compañeras y compañeros de trabajo diario.

 

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