La ejecución de un joven perpetrada en la noche de este viernes en Villa Gobernador Gálvez marcó un salto de escala sobre los reiterados hechos de violencia letal que se producen en Rosario y las ciudades vecinas. Este viernes por la noche, tres hombres irrumpieron en la vivienda de la víctima, quien estaba junto a dos mujeres. A ellas las encerraron, al muchacho lo obligaron a salir a la vereda y allí nomás le dispararon tres veces, uno de los impactos fue en la nuca.
De acuerdo con fuentes policiales y judiciales, este viernes alrededor de las 21, tres desconocidos, encapuchados y armados, irrumpieron en una casa, ubicada en inmediaciones de Las Heras y Perón cerca de las vías del ferrocarril, de la vecina localidad. La víctima, identificada como Eduardo Daniel Olivera, de 25 años, estaba junto a su pareja y una amiga de la familia. Mientras uno retenía a Eduardo, los otros golpearon y encerraron a las jóvenes en una habitación. Después, sacaron a la fuerza a Eduardo hasta la vereda. Las mujeres escucharon tiros y después nada. Ante la desesperación, lograron salir y comenzaron a buscar a Eduardo. Lo encontraron desvanecido en la vereda sobre una mancha de sangre. Cuando los médicos del Sies llegaron, diagnosticaron que Eduardo había fallecido producto de tres disparos: dos en la zona dorsal y el tercero en la nuca, detallaron los pesquisas para agregar que las dos muchachas tuvieron que ser asistidas por los médicos, no sólo por el estado de shock en que se encontraban sino también por los golpes que recibieron por parte de los homicidas.
Voceros judiciales indicaron que el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos, Florentino Malaponte quedó a cargo de la investigación y ordenó el envío del cuerpo al Instituto Médico Legal (IML) de Rosario para la autopsia. Además, solicitó medidas al personal de Gabinete Criminalístico y de la División de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) para que realicen el relevamiento de la escena del crimen y entrevista a posibles testigos.
En el lugar del asesinato, los investigadores hallaron dos vainas servidas calibre 9 milímetros.
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