No es el primer caso donde, tras el ataque a un policía, algunos aprovechan la situación y en lugar de auxiliarlo le sustraen el arma. Esta circunstancia, en el fuero penal, se conoce como hurto calamitoso. Es lo que pasó este domingo cuando frente a un cantobar de la zona noroeste fue ultimado a tiros el policía Ricardo Medini.
Como consecuencia del ataque además del policía fue asesinado, Sergio Adrián Jones, un empleado del lugar. Al uniformado, además, algunas personas que aprovecharon la tragedia le sacaron el arma. A las dos víctimas faltales se sumaron otras tres personas heridas, entre ellas la compañera de Medini, una policía retirada, con quien estaba haciendo adicionales en el lugar.
Según la información fiscal, horas después del doble crimen, tres personas fueron demoradas cuando estaban en un baldío de la zona noroeste probando un arma que los investigadores estiman puede ser el arma reglamentaria del policía asesinado en el cantobar de zona Juan B. Justo al 8400.
Dos muertos en balacera contra cantobar en el noroeste, entre ellos un policía
Los sospechosos fueron arrestados en la zona de Génova al 6800, donde secuestraron dinero y varios celulares. La fiscalía explicó que estas personas habían sido señaladas como quienes se llevaron el arma. Al empleado policial además le faltó la billetera.
Se esperan los resultados de algunas tareas investigativas en curso para determinar la situación procesal de los demorados, lo que posiblemente se definirá este martes, contó una fuente fiscal.
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