Se terminaron las vacaciones y además de la vuelta a la rutina diaria, con todo lo que eso implica, pueden aparecer también algunas “sorpresas” que terminan provocándole un disgusto moderado a más de uno. En total –hasta el momento– la Defensoría del Pueblo provincial lleva contabilizados, desde el 1º de enero hasta el día de la fecha, 532 disgustos materializados en actas de multas tomadas por radares de la provincia y del resto del país que son consideradas como “irregulares” por aquellos que salieron rumbo a distintos destinos turísticos para descansar y escaparle al calor en la ciudad. De ese total, 154 fueron labradas en territorio santafesino y 378 en otras jurisdicciones del país. Cabe recordar que estas cifras suelen aumentar con el paso de los meses porque muchas boletas terminan llegando incluso hasta mitad de año.
El subdirector general de instrucción de la Defensoría del Pueblo, Leandro Piazza, destacó que “lo primero que tiene que hacer (el multado) es averiguar si el radar está habilitado para labrar multas, es decir, si está homologado”. “Esta averiguación se puede hacer a través de la Defensoría del Pueblo tanto de su ciudad o provincia como de cualquier parte del país. De detectarse alguna irregularidad, hay que hacer un descargo por escrito, uno para enviar al juzgado comunal o de faltas desde donde se le imputa la infracción y otro para quedarse uno mismo como comprobante”, destacó.
Un derecho
Como dato a tener en cuenta, el funcionario consideró importante aclarar que “si uno vive a más de 60 kilómetros de donde le vino el acta de infracción tiene la posibilidad de pedir que el expediente sea dirigido al juzgado que corresponde a su domicilio para que pueda ejercer su derecho a defensa de manera personal sin tener que viajar, lo cual sería muy engorroso”.
“En general, del total de quejas de toda índole que recibimos, entre el 14 y 15 por ciento corresponden al labrado de multas que son denunciadas como irregularidades. Estas se venían manteniendo en valores constantes con tendencia al crecimiento en el último tiempo”, agregó.
Más adelante, Piazza recordó que desde la Defensoría lo que se hace es desde un primer momento “brindar asesoramiento a cualquier persona que así lo solicite”. “Hay que aclarar que nosotros no amparamos conductas negligentes del conductor sino que lo que exigimos es que se respete la legalidad de los procedimientos, tratando de que las multas por infracciones no se hagan solamente por un fin recaudatorio sino como un modo preventivo para que cada vez haya menos accidentes y la gente tome conciencia que las altas velocidades son excesivamente peligrosas y para que sepan cuáles sin las maneras correctas de circular”, añadió.
Por último, el subdirector general de instrucción indicó que “otras de las consultas frecuentes, si bien muchas veces las multas son realizadas a través de dispositivos homologados, es sobre el valor de las mismas, si se está cobrando en exceso o no”. “Acá hay que recordar que los montos son establecidos a través de unidades cuyo valor de referencia es el costo del litro de nafta en el momento que se labraron. En general las mismas van de los 300 a los 1.000 pesos cuando se trata de exceso de velocidad”, concluyó.
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