Después de un fin de semana violento como pocos, y de un ataque inusual en el centro de la ciudad, las expectativas para el primer día hábil tras el último feriado del año eran de anuncios que lleven algo de tranquilidad a la ciudadanía, azorada no sólo por los continuos robos callejeros y el ascenso de la tasa de homicidios, sino por una saga que se inició con estaciones de servicio, siguió con escuelas en día de elecciones y hasta incluyó la fachada de un sindicato, sin contar la seguidilla que involucra a Newell’s y Central. Todo antes de agresiones simultáneas a dos locales gastronómicos. Pero las noticias fueron que el gobernador Omar Perotti, quien aún no habló sobre los últimos atentados, se movía a Rosario para tener “reuniones de trabajo”.
Ante rumores de cambios en la cartera de Seguridad, el propio ministro Jorge Lagna los negó y, en cambio, sólo habló de “mesa de trabajo permanente”, “más patrullajes” y enunciados por el estilo.
También confirmó que había hablado con su par nacional Aníbal Fernández sobre las particularidades del ataque a la parrilla El Establo y que se reformulará la labor con las fuerzas federales.
Las declaraciones
Tras una serie de reuniones que encabezó Perotti, con integrantes de las fuerzas de seguridad; con el intendente de Rosario, Pablo Javkin, y mandatarios de distintas localidades de la zona; y con representantes del gremio gastronómico, Lagna dijo que se acordó la “conformación de una mesa de trabajo permanente con los dueños de grandes almacenes, de estacioneros, de restaurantes”, además de implementar “corredores en Pellegrini, Pichincha y Norte, que van a tener un tratamiento especial” y llevar adelante “muchos más patrullajes de las cuatro fuerzas federales y la fuerza provincial”.
“Cuando se enfrenta a bandas organizadas se tiene que contestar con mucha seriedad, dignidad y trabajo. Acá hay que trabajar con recursos humanos —van a venir el mes que viene cientos de nuevos policías—, vamos a triplicar el patrullaje, seguimos en marcha con las licitaciones para dar un salto tecnológico y tenemos que mejorar el sistema de videovigilancia provincial y municipal”, manifestó.
Lagna prometió que llegarán a Rosario “mil agentes en marzo y se van a mantener los que están”. Y destacó que “hay que construir casas y los destacamentos para esos agentes, eso lleva tiempo”.
Sobre los ataques a balazos contra El Establo y el carrito Jorgito Junior, manifestó: “Este hecho no puede quedar impune, es un hecho bisagra y necesitamos que cuanto antes se esclarezca”.
También indicó que se comunicó con el ministro de Seguridad nacional, Aníbal Fernández, para brindarle detalles sobre las reuniones. “Me pidió precisiones sobre este hecho puntual”, abundó.
Dijo que “el lema de todos es trabajar juntos para defender la institucionalidad, robustecer el trabajo del Estado, intensificar el trabajo en la calle y de investigación, y por último el hecho puntual que motiva esta reunión”.
Sobre las medidas a implementar remarcó que habrá “muchos más patrullajes de las cuatro fuerzas federales y la fuerza provincial” y “un nuevo sistema de comunicación entre las fuerzas y los locales gastronómicos”.
Lagna remarcó que “no debe infundir temor una situación puntual de intimidación” como estos ataques a balazos, y les dijo a los representantes de los locales gastronómicos: “Valoro la manera con la que encararon el problema, la tranquilidad con la que se expuso. En momentos así hay que tener mucho temple”.
Sobre la posibilidad de cambios de nombres en la estructura de Seguridad provincial, aseveró: “No he hablado de eso en todo el día, no está en mi pensamiento”.
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