“Queremos hablar con Bilardo porque si no, se puede pudrir todo”. Así se presentaron los barras que pertenecen a una facción de la hinchada de Boca: La Banda de Lomas, que “apretaron” a los directivos Juan Carlos Crespi y Luis Segura, quienes salieron a atenderlos. Y tanta fue la tensión que terminaron interviniendo los efectivos de la Policía Federal Argentina, enviados ex profeso para seguir a los violentos argentinos durante el Mundial.
Después del “diálogo” con los dirigentes en Sudáfrica, los barras argentinos tuvieron un cruce con policías sudafricanos que estaban vestidos de civil. Los agentes locales activaron, junto con la Policía Federal Argentina, un seguimiento especial para los hinchas. Dicen que el diálogo entre los barras y los efectivos sudafricanos fue insostenible. La situación casi termina a los golpes. Luego, los barras se volvieron a su retiro urbano, un hotel en Soweto, en los suburbios de Johannesburgo.
Inmediatamente el presidente de la AFA, Julio Grondona, los vinculó al seleccionador Diego Maradona y al secretario de selecciones, Carlos Bilardo, al sumar un nuevo capítulo a la polémica por la llegada de hinchas violentos a Sudáfrica para asistir al Mundial.
“Las relaciones de Bilardo y Maradona con los barrabravas nacen en el 86, no se dieron sólo desde el partido con Venezuela”, dijo Grondona en referencia al debut oficial de Maradona al frente de la selección, como local por las eliminatorias para Sudáfrica 2010.
A su vez, Don Julio reiteró que las autoridades no tienen los medios para negarles el pasaporte a los barras y remarcó que jamás tuvo un encuentro con esa gente.
“Jamás he transado con ellos. Lo único que tuve fue escraches en la puerta de la AFA”, recordó el titular de la AFA al hablar por radio Mitre y aseguró: “La gente que quiso terminar con los barras terminó mal”.
Desde el viaje de la delegación, el tema de los barras fue uno de los que se llevó la mayor atención debido a la confesión de uno de ellos acerca de la participación de Maradona y Bilardo en la financiación de su viaje y la consecuente respuesta del DT negando cualquier vínculo con los violentos en la conferencia de prensa del martes.
La polémica comenzó porque un grupo de barras, nutrido por un sector de la fracción Lomas de Zamora de Boca, otro de Estudiantes y otro de Chicago, viajó hacia Sudáfrica en el mismo vuelo que la delegación argentina y luego tuvo un encuentro con el encargado de seguridad del seleccionado en la puerta de la Universidad de Pretoria.
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