Ciudad

Trabajadores no identificados hicieron desaparecer dos añejos plátanos

Por: Guillermo Correa. En pleno feriado del 24 de marzo un grupo de trabajadores sin identificación alguna hizo “desaparecer” dos añosos plátanos de la vereda de Rioja 3538. El Concejo pidió informes, Parques y Paseos investiga.

Parece un hecho menor, pero para muchos dista bastante de serlo. En la mañana del pasado jueves 24 de marzo, mientras una parte de los rosarinos descansaba de la salida de la noche del 23 y muchos todavía ni habían comenzado a hacer el almuerzo familiar para aprovechar los veintitantos grados que iba a regalar el feriado en un verano que tardaba en irse, un grupo de personas trabajaba a destajo: habían cortado la calle a la altura de Rioja al 3500 y a toda velocidad talaban dos añosos plátanos que se alzaban en la vereda del 3538. Era el Día Nacional de la Memoria, pero estaba claro que ellos apostaban al olvido: la consigna era terminar lo antes posible y dejar la vereda como si nunca los árboles hubieran estado allí. Pero algo falló: no sólo el tema no pasó desapercibido, sino que el Concejo Municipal aprobó por unanimidad un pedido de informes al Ejecutivo, y el área de Parques y Paseos desplegó una suerte de pesquisa “verde”. Aunque la investigación no terminó, los primeros resultados indican dos cosas: que hubo una infracción y que hay responsables. La tercera es que todo hace suponer que habrá sanciones y no serán leves.

Era media mañana del feriado nacional cuado no pocos vecinos de Rioja al 3500 salían o ya habían salido a ver qué eran esos ruidos que venían de la calle. Azorados, comenzaron a preguntarse por qué en un día feriado nacional había una decena de trabajadores en plena faena arbórea.  Y, también, quiénes conformaban esa brigada con dos camiones que había cortado el tránsito para borrar por completo dos plátanos que “siempre” estuvieron ahí.

“Los arrancaron de cuajo y taparon todo con cemento para que no se note. Cortaron la calle y no tenían ni un cartel identificatorio”, se indigna el concejal del Partido del Progreso Social Alfredo Curi. El edil, junto al titular de su bloque, Héctor Cavallero, fueron los autores del pedido de informes a la Municipalidad en procura de que explique qué ocurrió en Rioja al 3500. El proyecto fue tratado en la sesión del jueves 5 de mayo –la última antes de las elecciones primarias– y recibió el acompañamiento de todos los ediles presentes.

“Era inexplicable, pero después se entendió el porqué: a los 15 días demolieron la casa por completo, también en tiempo récord y sin poner ningún cartel en la obra”, continúa Curi.

Tiempos electorales mediante, el concejal apunta directamente a la administración municipal: “Hay vecinos que están 4, 5, 6 años reclamando que les vengan a sacar árboles que están a punto de caerse y siguen esperando”, disparó.

Curi remarca a El Ciudadano que la lentitud del Estado está generando que los privados actúen por su cuenta, un “común denominador” que juzga intolerable cuando se trata del arbolado público. “No es que yo saco y repongo. Tampoco que me apliquen una  multa importante si tiro abajo un árbol. Apunto a que se informe y se forme a la gente”, insiste el edil. Y remarca que los árboles removidos eran “grandes y saludables”.

La misma descripción de los árboles que ya no están hace desde Parques y Paseos su titular, Ángela Villademoros. Pero con una corrección a las palabras de Curi: no hubo, al menos esta vez, una inacción del Estado, sino que sencillamente nadie hizo ninguna presentación ni inició expediente alguno para remover los dos plátanos de Rioja al 3500.

La funcionaria, que además es una firme defensora del plátano como especie para utilizar en el arbolado público –aún contra opiniones que lo consideran responsable de estornudos en primavera– encabezó una operación prácticamente detectivesca. La pesquisa incluyó constataciones en el lugar –una la hizo ella misma– y luego contrastar el vacío encontrado con la base de datos elaborada tras el censo de 2005, que relevó 185 mil árboles en las calles de la ciudad. Finalmente, imágenes satelitales terminaron de probar la existencia de dos grandes ejemplares de plátano, de los que hoy no quedan ni rastros. “Eran árboles importantes y valiosos”, lamentó Villademoros.

La directora general confirmó que ya se inició un expediente con todo el material recolectado y que ahora las actuaciones pasarán al Tribunal de Faltas. También explicó que las sanciones en este tipo de casos consisten en multas acordes a la mayor o menor gravedad de los casos, y que pueden ser fuertes. “No es todo lo que a mí me gustaría”, admitió de igual modo. Es que, aunque la última palabra la tendrá la Justicia, la hipótesis es que hubo una acción por parte de privados que, en pos de un interés económico, violaron en forma premeditada toda la normativa vigente.

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