La organización Causa y el Club 27 de Febrero se preparan para recibir durante el verano a 550 chicos y chicas en el predio donde funcionó el histórico Juan XXIII, en pleno corazón de Villa Banana, y que la organización y habitantes del barrio recuperaron de abandono y usurpaciones. El espacio estuvo marcado durante mucho tiempo por la violencia ligada al narcomenudeo, y fue utilizado por barrabravas. Ahora, y por tres meses, será el escenario del torneo de fútbol ATR para pibas y pibes.
Los vecinos empezaron la recuperación del predio hace un año, pero no fue fácil: las bandas volvieron a hacerse presente. Ahí apareció la organización social Causa y la fundación del Club 27 de Febrero, con la ayuda de la provincia a través del programa Nueva Oportunidad.
La conjunción de esfuerzos hizo posible que este año volvieran las actividades al predio. El último proyecto es el torneo de fútbol denominado “A Todo Ritmo” (ATR, una sigla ya común en la juventud). Tiene un cronograma que ocupa diciembre, enero y febrero en el predio y, como mínimo, una participación de 300 chicos y adolescentes. Se programaron dos torneos: de varones y mujeres. Los partidos se jugarán en forma simultánea en las dos canchas que tiene el club.
Las canchas de fútbol de 27 de Febrero entre Río de Janeiro y Valparaíso volverán a ser escenario de la redonda. El certamen se disputará los martes y jueves. Un día a la semana, además, habrá charlas donde se pondrán en común temas del deporte y la salud, con la participación de chicas y chicos.
El lanzamiento del torneo #ATR Fútbol Verano es el jueves 20 de diciembre a las 18 en el club de 27 de Febrero 4250. El torneo arranca el próximo 8 de enero, un regalo para el barrio dos días después de Reyes.
“Porque creemos que las políticas para la vida de les pibes no tienen vacaciones, cuidar sus vidas es una responsabilidad cotidiana”, afirmó Facundo Peralta en el texto que anuncia la presentación del torneo. Integra la organización Causa y es presidente del Club 27 de Febrero.
“El fútbol es la herramienta más popular para el cambio porque permite organizar y a partir de eso se pueden proyectar muchas cosas como explicar que las victorias y fracasos son colectivos”, le dijo a El Ciudadano Peralta, entusiasmado con el proyecto.
En recuperación
El Club 27 de Febrero ya presentó todos los papeles y tiene una personería jurídica provisoria. La comisión directiva está integrada por hombres y mujeres. Resaltan que su objetivo es llevar adelante proyectos educativos, sociales y culturales en el barrio.
La historia de vaivenes es de larga data. La EPE necesitaba el predio original que el club Juan XXIII gestionaba en Pellegrini y Valparaíso para montar allí una estación transformadora. La distribuidora eléctrica, la Municipalidad de Rosario y el club pactaron en 2006 la cesión del predio para la obras de infraestructura energética –más una plaza y un complejo de viviendas– y, como compensación, la entrega del terreno de 27 de Febrero al 4200.
No fue fácil el traslado. Hubo problemas de convivencia entre la institución y su nuevo barrio. En 2013, como corolario, las canchas fueron usurpadas por decenas de familias. A partir de entonces, siguió el abandono progresivo de las instalaciones y el desembarco de bandas que irrumpieron para tomarla como base de economías ilegales y el cobro compulsivo de “alquileres” a quienes vivían allí, además de exigir un monto de dinero para permitir jugar los torneos de fútbol interbarriales en las canchas.
Con esa realidad, la Municipalidad le cedió en 2016 a Juan XXIII, en forma gratuita y por cinco años, otro lugar: Presidente Perón (ex Godoy) al 7600. En ese momento, la organización Causa, con 15 años de trabajo en Villa Banana, se propuso recuperar los terrenos de 27 de Febrero al 4200. Un paso clave en el proceso son los torneos masculino y femenino para los pibes del barrio que arrancarán el 8 de enero.
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