Pueblo chico, infierno grande reza el refrán. Cancha chica, partido aburrido, de esa manera se puede definir el cotejo que empataron 0-0 Tiro Suizo y Unión de Álvarez, por la segunda fecha del Molinas.
Durante el poco tiempo que estuvo la pelota en juego no pasó demasiado. Y cuando sucedió alguna ocasión de gol siempre fue de pelota parada. Las dimensiones pequeñas que tiene el campo de juego de Tiro Suizo invitan a ese tipo de cosas.
De todas maneras las más claras fueron para el local. A los 4 minutos una jugada preparada derivó en un cabezazo de Rogelio De Vitto que el arquero Alejandro Dianda contuvo sin problemas. Luego a los ocho el local volvió a merodear el área visitante. Banega envió un centro, Dianda dejó corto el balón, Brian Cardozo reventó el travesaño y en el rebote Néstor Romero imitó a su compañero.
Unión de Álvarez padeció la cancha. El talentoso Sebastián Benítez se hizo poco amigo de la pelota y al equipo de Raúl Belén se le hizo difícil llegar con peligro. Apenas una trepada de Víctor Vilchez que Darío Guarrochena atrapó en dos tiempos.
Con el correr de los minutos el partido se hacía cada vez más fraccionado. Los pelotazos, los encontronazos, las imprecisiones fueron moneda corriente. Sumado a la frágil actuación del árbitro Lucas Gómez, fue un combo difícil de digerir. El juez fue contemplativo en algunas faltas y demasiado riguroso en otras.
La segunda etapa fue peor que la primera. Ninguno intentó al distinto. Nadie se atrevió a rebelarse. La cancha se apoderó de los dos y el trámite de juego de cayendo cada vez más.
Tiro Suizo ni siquiera aprovechó la expulsión de Nino Palmigiano en Unión a los 20 minutos para arrinconar a su rival y quedarse con los tres puntos.
El árbitro volvió a demostrar en esa parte que le quedó grande el partido al no cobrar un evidente penal sobre Benítez.
El punto suma, es verdad, pero tanto Tiro como Unión deberán mejorar mucho en su juego para intentar ser protagonistas de verdad.
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