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Tomada quiere una pelea salarial “sin piso ni techo”

El ministro de Trabajo nacional apuesta a la posibilidad de que cada sector negocie su propia paritaria.

Antes de sentarse a la mesa de discusión salarial, representantes sindicales, empresarios y funcionarios van perfilando la pelea de bolsillo para 2011. El gobierno nacional aclaró ayer que su objetivo es que empresarios y gremios negocien mejoras salariales este año “sin piso ni techo”, pero adelantó su desacuerdo con los reclamos del 35 por ciento que ya comenzaron a ser puestos sobre la mesa por algunos sectores sindicales.

“Si los precios suben, los salarios van a tener que mejorar”, dijo el ministro de Trabajo Carlos Tomada. “En los últimos años los precios, sobre todo de los alimentos, se han movido sin tener ningún fundamento en condiciones vinculadas con el trabajo, los salarios y el empleo y nosotros en eso vamos a ser muy concretos”, agregó el titular de la cartera laboral.

El ministro Tomada defendió la posibilidad de que en las paritarias no haya “ni piso ni techo”, por considerar que un mismo porcentaje puede tener impactos muy distintos en cada sector. No obstante, el funcionario dijo que pensar en aumentos de entre el 30 y el 35 por ciento “no tiene sustento”, y descartó que el gobierno vaya a apoyar pedidos de esa categoría, como los de la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo y el sector de la CTA que conduce Pablo Micheli.

“Para nosotros mantener la capacidad adquisitiva del salario es un tema muy importante –sostuvo Tomada–, porque no es solamente una cuestión vinculada lógicamente con la dignidad del trabajo, sino porque tiene que ver como dice la presidenta con el crecimiento económico, con inclusión social, con el consumo como uno de los factores del desarrollo y del progreso en la Argentina”.

Los sindicatos enrolados en la CGT Azul y Blanca y en la CTA de Micheli anticiparon que sus pretensiones de aumentos para este año se ubican entre 30 y 35 por ciento, luego de que el camionero Hugo Moyano habría dejado trascender que el piso era del 20 por ciento. El secretario gremial de la CGT, Omar Viviani, consideró que los reclamos de incremento cercanos al 40 por ciento ocultan intenciones “políticas” y no de recomposición de los sueldos, y advirtió que ese porcentaje “no lo podrán acompañar muchos gremios”.

En la misma sintonía, Tomada advirtió: “Decir que los aumentos deben ser de entre el 30 y el 35 por ciento es algo que no tiene sustento”. Y agregó: “Me llama mucho la atención que se diga que es necesario aumentar salarios a ese nivel. Creo que se trata de expresiones que buscan generar una expectativa que no aporta a la racionalidad de la discusión”.

En declaraciones radiales, el ministro de Trabajo enfatizó: “Si uno toma algunos diarios de los últimos años, podemos observar que siempre aparecen estos números, que no son más que porcentajes que, de aplicarse, significaría que todo se irá al diablo”. En este marco, Tomada confió en la “responsabilidad tanto en el sector empleador como en el trabajador, para que finalmente se llegue a un consenso, como ha sucedido en todos estos años”.

Según el sindicalista Micheli, “los economistas dicen que la inflación verdadera de 2010 y la proyectada para 2011 va a estar entre el 28 y el 30 por ciento. Por lo tanto, la pauta que tiene que fijarse para este año no puede ser menor del 30 por ciento”. A su criterio, los salarios en Argentina “son recontra bajos”.

La CTA de Hugo Yasky opinó que la discusión salarial para las paritarias de este año “no podrá estar por debajo de un 25 por ciento” de aumento. Además, indicó que “es necesario crear un consejo tripartito –empresarios, representantes de los trabajadores y del gobierno– que permita monitorear y controlar la evolución de los precios”. En un comunicado, Yasky añadió que “en una mesa con todos los actores se podrá poner la lupa sobre las empresas formadoras de precios e intervenir sobre la cadena de valor que afecta a los trabajadores”.

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