Tranquilo, con una sonrisa siempre a flor de labios, dejando fluir esa confianza de quien tiene las riendas de la conducción y sabe que puede llegar a buen destino (acababa de ser aprobada por la Legislatura la emisión de letras del Tesoro), el gobernador Antonio Bonfatti recibió a El Ciudadano en su despacho de Casa de Gobierno, horas antes de emprender viaje a los Emiratos Árabes. Durante la entrevista se refirió al reciente rechazo, por parte de la Legislatura con mayoría justicialista, del pliego de Enrique Font propuesto para auditor del sistema de fiscalías. En ese sentido, expresó que aceptaba la decisión de los legisladores peronistas, aunque envió un reparo: “Hubiera preferido que den los argumentos –dijo–, cosa que no ocurrió”. Defendió el proyecto de reforma tributaria, la que es necesaria –según remarcó– para realizar obras, y envió otro mensaje al señalar que “todos somos responsables de la provincia, desde el Ejecutivo y desde el Legislativo”. Bregó por un pacto de convivencia y dijo que coincide con algunas de las políticas del gobierno nacional, no con todas, y objetó las formas.
—En una reciente entrevista usted dijo que con la oposición legislativa hay consenso, pero el rechazo de Enrique Font y otros jueces en el marco de la modernización y la reforma judicial, no muestra precisamente eso. ¿Piensa que le han enviado un mensaje político?
—No. Usted sabe que el Poder Ejecutivo cuando hace los concursos para jueces o para auditor de fiscales, o para fiscales o defensores, no interviene, tiene la autoproscripción del propio Ejecutivo y también del Poder Judicial. Intervienen colegios de abogados, Colegio de Magistrados y las universidades. Nosotros enviamos los pliegos del que sale primero en cada uno de los concursos. Son facultades de la Legislatura la designación de los jueces o fiscales. No haber elegido a Enrique Font o a los otros tres jueces, es parte del juego de la democracia, yo lo voy a respetar. De todas maneras hubiera preferido que nos den los argumentos, cosa que no ocurrió.
—Le aprobaron la emisión de Letras en la Legislatura, pero está trabada la reforma tributaria, especialmente por un sector que ahora se ha visto avalado (los diputados del partido 100% Santafesino) por el Tribunal de Cuentas que les dio la razón en cuanto a que el aumento de la alícuota de Ingresos Brutos era inconstitucional.
—Mire, nosotros no creemos en ello. Usted sabe que tenemos dictamen de abogados. Cada uno tendrá sus propios dictámenes, nosotros creemos que la reforma tributaria es necesaria para poder llevar adelante en Santa Fe obras públicas, fundamentalmente con un enorme contenido social. Tenemos que ser responsables, todos, de que los hospitales, los centros de atención primaria, las escuelas sigan adelante. Responsables todos de que podamos seguir construyendo rutas, acueductos. Somos todos responsables de la provincia, desde el Ejecutivo y desde el Legislativo. La reforma tributaria que estamos propiciando es para adecuar los ingresos a las inversiones que está realizando el gobierno provincial.
—¿Es optimista en cuanto a la aprobación de esa reforma en los plazos que ustedes necesitan?
—Bueno, lo hemos charlado con todos los senadores y diputados, dándoles a entender cuál es la realidad de la provincia, que no es ajena a todo lo que está ocurriendo en el país. Usted vio un artículo de un periódico días pasados donde se dice que el desfinanciamiento de las provincias argentinas en este año se prevé en 30 mil millones de pesos, Santa Fe no es ajena a ello.
—¿Hay consenso, hay diálogo entre Nación y provincia?
—Yo creo que Nación, provincias y municipios, lo público y lo privado, tenemos que, permanentemente, establecer un diálogo, poder escucharnos, poder entender que tenemos que poner el hombro todos para Argentina y por ende para las provincias, para los municipios, ante una realidad compleja. El mundo está atravesando por una situación muy convulsiva en este momento y por lo tanto tenemos que estrechar vínculos y tratar de que las cosas funcionen. Fundamentalmente en garantizar los derechos de la gente. De allí que nosotros vamos a tratar de propiciar el mayor diálogo posible con el gobierno nacional para lograr las cosas que son de interés de los santafesinos.
—¿Cómo calificaría la política del gobierno nacional en general?
—Coincidencias en algunas cosas, y en otras no. Coincidimos en que tenemos que defender Malvinas, porque es algo que nos pertenece; coincidimos en que hay que nacionalizar el petróleo, porque los recursos energéticos tienen que estar en manos soberanas del país; coincidimos en que las AFJP debían también ser pasadas a manos del Estado; coincidimos con tener una línea aérea de bandera; coincidimos en la designación de los jueces de la Corte Suprema y que tienen que pasar por una especie de filtro, entre comillas, donde la sociedad pueda intervenir para acompañar o para recusar. No coincidimos en el abordaje de cuestiones que hacen a las formas, fundamentalmente. Creo que no se pueden imponer las cosas, sino que tenemos que tener mucho diálogo y escucharnos. No coincidimos en su oportunidad con el tema del campo. Tenemos que encontrar el mecanismo por el que las provincias participemos más. Tenemos que acrecentar el federalismo en la República Argentina. Las provincias tenemos que recuperar nuestros recursos fiscales y una mayor autonomía fiscal. No coincidimos en que no se reparta el ciento por ciento del impuesto al cheque.
—¿En general hay buena disposición del gobierno nacional para con su gestión o, mejor aún, para con la provincia de Santa Fe?
—Bueno, han pasado apenas cuatro meses, no podemos hacer todavía un balance. Sí sé, y esto lo puedo decir, que cuando llamamos a un ministro nos atiende y estamos encausando proyectos y trámites que tenemos con el gobierno nacional y que aspiramos a que en poco tiempo puedan resolverse.
—¿La Nación tiene deudas con la provincia de Santa Fe?
—La Nación tiene muchas deudas con Santa Fe. En la Caja de Jubilación hay una deuda histórica por 1.307 millones de pesos, más lo que se va a incrementar este año que son otros 470 millones. El tema de los recursos de Ansés; de fondos de Afip; 100 millones de pesos que nos deben de viviendas que terminó la provincia, y que correspondían a la Nación; deudas por presos federales. En fin, tenemos acreencias con la Nación que también aspiramos que se salden en algún momento.
—¿Es optimista en cuanto a que eso pueda suceder en un plazo más o menos razonable?
—Por ser razonables, entendemos la situación de iliquidez y por tanto lo que pretendemos es llegar a algún acuerdo, aunque sea cobrar con títulos; porque también los títulos a la provincia le sirven. De alguna forma hay que tratar de llegar a un entendimiento, después vemos los plazos.
—¿Hace falta un pacto de convivencia?
—Por supuesto. Y vamos a seguir bregando por una provincia donde podamos tener un pacto de convivencia, como lo planteamos en el discurso cuando asumimos y en el del 1º de Mayo. Demos un ejemplo de que podemos coexistir en un gobierno único distintas expresiones políticas, si nos proponemos que tenemos que consolidar la provincia en todo sentido: desde producción, desde inclusión social, hasta garantizar los derechos de todos.
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