Policiales

Crimen de odio

Tiene fecha el juicio por el femicidio de Diana Sacayán

El único acusado por el hecho Gabriel David Marino, de 25 años, que está detenido desde octubre de 2015. Era líder de la lucha del colectivo trans y también parte del Inadi.


El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº 4 anunció que el 9 de febrero comenzará el juicio por el femicidio de Diana Sacayán, ocurrido en octubre de 2015. Hay dos audiencias más fijadas en el caso: el 14 y 16 del mismo mes. En representación del Ministerio Público Fiscal intervendrá el fiscal Ariel Yapur y el único acusado por el hecho Gabriel David Marino, de 25 años.

Según el requerimiento de elevación a juicio realizado por los fiscales Matías Di Lello y Mariela Labozzetta, Marino, junto a otro hombre (que no se encuentra en esta etapa procesal) asesinaron a Sacayán en el interior del departamento de la avenida Rivadavia al 6700 entre el sábado 10 y el domingo 11 de octubre de 2015.

El cuerpo fue hallado dos días después atado de pies y manos. De acuerdo a la autopsia, Sacayán recibió 27 lesiones en su cuerpo, 13 de las cuales fueron producidas por un arma blanca. En el departamento se encontró un cuchillo con una hoja de 20 centímetros.

Marino está detenido desde octubre de 2015, luego de que se investigaran llamadas y se tomara declaración al entorno de la víctima. En noviembre del año pasado, la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal prorrogó por cuatro meses más su prisión preventiva. El hombre está acusado de cometer los delitos de “homicidio triplemente agravado por haber sido ejecutado mediando violencia de género por odio a la identidad de género y con alevosía y robo”.

En su indagatoria, Marino reconoció que había conocido a Sacayán en el marco de un tratamiento por adicciones y que había tenido un par de encuentros sexuales con ella pero negó haberla matado. Según la versión que dio en su indagatoria, llegó al departamento aquél día y allí había otro hombre con el que la víctima habría discutido. En ese momento, Sacayán habría sacado un cuchillo, el hombre se lo habría arrebatado y la habría apuñalado.

Para los fiscales que intervinieron durante la etapa de instrucción, el contexto y el modo en el que se produjo el hecho permitieron suponer que el homicidio estuvo motivado “por su condición de mujer trans y por su calidad de miembro del equipo del Programa de Diversidad Sexual de INADI, impulsora de la lucha por los derechos de las personas trans, líder de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays y Bisexuales (ILGA) y dirigente del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL)”.

Sostuvieron que Marino llamaba por teléfono a Sacayán, la contactaba por Facebook e iba seguido a su departamento. Incluso, ella lo presentó a sus compañeras y amigas como su novio. Consideraron, entonces, que el acusado ingresó al círculo íntimo durante el último mes de su vida y que esa circunstancia le facilitó el acceso a la vivienda la noche del homicidio.

Travesticidio y crimen de odio

Los fiscales explicaron que la identificación del género de una persona (para delimitar el encuadre de la conducta prevista en el inciso 11 del artículo 80 del Código Penal sobre los homicidios cometidos por un hombre contra una mujer mediando violencia de género) debe hacerse en función de su identidad de género. Por ello, es que el término “mujer” incluye también a las personas travestis, transexuales o transgénero que tienen una identidad femenina.
Explicaron que el inciso 11 abarca una modalidad específica de femicidio que es la llamada “travesticidio/transfemicidio y es la que pretende visibilizar la particular violencia que sufren las travestis y mujeres trans.

Con respecto al odio, indicaron que el primer indicio para establecerlo es el alto grado de violencia con que los autores perpetraron el crimen y “los signos de ensañamiento que exceden claramente la mera intención de matar”. Recordaron que fue apuñalada, amordazada, atada de pies y manos, golpeada, con puños y objetos contudentes y hasta pateada.

Luego, repasaron la indagatoria de Marino donde se evidenciaron “prejuicios que albergaba hacia las personas travestis y homosexuales”.

El legado de Diana

En un perfil trazado en el sitio cosecharoja.org se puede leer el enorme valor de la dirigente trans.

Diana fue una referente social y política todo terreno: militó por los vecinos de La Matanza, luchó contra la contaminación del Ceamse, quedó a las puertas de ser electa Defensora del Pueblo de ese municipio del Conurbano bonaerense en 2012 y ese mismo año se convirtió en la primera travesti en recibir el documento con su identidad de género autopercibida de la mano de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Uno de sus principales legados fue conseguir, el 17 de septiembre de 2015, menos de un mes antes de su crimen, la sanción de la Ley de Cupo Laboral Trans Travesti en la Legislatura bonaerense. La legislación que lleva su nombre como homenaje establece que al menos uno por ciento de los empleos de la administración pública deben ser reservados para personas del colectivo. La inclusión laboral para mejorar la calidad de vida de las personas trans era una de las obsesiones de Diana, la militó durante décadas. A dos años de su sanción la ley aún no fue reglamentada.

Darío Arias, coordinador de Conurbanos por la Diversidad, sostuvo: “Es una ley histórica y revolucionaria pensada y militada por Diana y representa uno de los hitos más importantes para el colectivo, junto a la Ley de Identidad de Género y la Ley de Matrimonio Igualitario. La falta de reglamentación e incumplimiento por parte de la gobernadora María Eugenia Vidal contribuye a profundizar la situación de violencia y exclusión estructural a la que son sometidas las travestis y trans”, dijo Arias.

Durante todo 2016 las organizaciones LGBTQI trabajaron para visibilizar el reclamo y la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense las convocó a tres reuniones para iniciar su puesta en práctica. “El proceso de formalización del decreto de reglamentación se inició, pero tenemos entendido que el documento hoy está durmiendo en el despacho de Vidal a la espera de su firma, lo único que falta es su decisión política para avanzar y por eso seguiremos peleando, porque la puesta en marcha de esta ley es también hacer justicia por Diana”, explicó Arias.