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Tiros y misterio

Testigo protegida: la suboficial recibió “mucha presión” antes de declarar

Uno de los fiscales del caso contó que la suboficial no sólo recibió llamados de sus superiores apenas ocurrido el hecho sino que también pasaron a buscarla por la casa para hacerle un examen psiquiátrico. Primero dijeron que podía declarar y luego "apareció un certificado de reposo"


El fiscal Matías Edery que investiga el ataque que sufrió hace 15 días el ex jefe de la delegación Santa Fe de la Policía Federal, Mariano Valdés, aseguró este martes en conferencia de prensa que la suboficial Roxana González, quien lo acompañaba cuando fue baleado, sufrió “mucha presión” de parte de sus superiores en la fuerza federal. En esa línea, el fiscal Edery indicó que la suboficial ayudante fue incluida en el programa de protección de testigos.

Tras la audiencia en la que Valdés y su segundo, el subcomisario Higinio Bellaggio, quedaron imputados bajo sospecha de intentar desviar la investigación del ataque en la autopista, desde Fiscalía aseguraron que la testigo González “indudablemente” sufrió presiones.

Edery detalló que tras el ataque ocurrido la noche del lunes 9 de septiembre en el kilómetro 253 de la autopista Buenos Aires-Rosario la joven recibió “llamados por parte de personal jerárquico de la Policía”, los cuales calificó como presiones.

La suboficial es la única testigo del ataque que sufrió su jefe Valdés, quien declaró que había sido víctima de “un robo al voleo” aunque luego se comprobó que había dialogado con quienes lo balearon, según indicaron desde la Fiscalía.

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Incluso, el fiscal reveló este martes que antes del episodio del tiroteo el comisario habló unos kilómetros antes en una estación de servicios con las personas que luego se transformaron en sus agresores.

Edery describió que luego del hecho a la suboficial González “la fueron a buscar a la casa con tres patrulleros y una ambulancia, con personal jerárquico de la PFA”.

Precisó que hay un acta sobre ese procedimiento infrecuente y que los jefes les dijeron que se tenía que hacer un examen psíquico. “Según ella manifiesta, primero la evalúan y le dicen que está bien. Después se emite un certificado de reposo que fue presentado ante la Fiscalía como justificativo para que no se presente a declarar”, explicó.

Finalmente, González declaró ante los fiscales que investigan el hecho y las “inconsistencias” que surgieron entre su relato y el del su jefe, además del resultado de las pericias, orientaron la causa hacia un presunto intento por desviarla de parte del comisario y su subordinado inmediato.

En la misma conferencia de prensa la fiscal Natalia Benvenuto, coordinadora de la sede de Fiscalía en el Interior, describió que la suboficial está bajo el programa de protección de testigos nacional, “y se están articulando medidas para que la custodia no sea de la misma fuerza a la que pertenece”. Consultada sobre qué fuerza es la que la protege, dijo desconocerlo.

Sobre la situación actual de González, Benvenuto detalló que “se encuentra con alivio de haber podido hablar con la Fiscalía, pero con angustia”.

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