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Terminó ahogado

Paolo Goltz, de penal, abrió la cuenta. Núñez empató pero Balvorín selló el resultado

Alexis Machuca intenta rechazar ante el anticipo de Andrés Franzoia. Cuando parecía que Newell’s lo ganaba, se infló el Globo.
Alexis Machuca intenta rechazar ante el anticipo de Andrés Franzoia. Cuando parecía que Newell’s lo ganaba, se infló el Globo.

Por: José Odisio

Newell’s quedó empantanado en sus propias limitaciones y por eso terminó ahogado en el diluvio que ayer azotó a Parque Patricios, donde perdió 2-1 con Huracán. El letargo se hizo extensivo también a los jugadores alternativos que plantó Roberto Sensini, de los cuales había algunos que rendían en examen para ser tenidos en cuenta para los próximos compromisos pero decepcionaron.
Mientras el encuentro se jugó en condiciones normales, Huracán fue claramente superior a la Lepra. Hugo Barrientos no tuvo compañía en el mediocampo y perdió el duelo con todo el Globo, al que le alcanzó con el manejo de Patricio Toranzo y la movilidad de Andrés Franzoia.

Una torpeza de Nahuel Roselli, aunque la falta fue fuera del área, derivó en el penal que Paolo Goltz canjeó por gol a los 27 de la primera parte. Y si la diferencia no terminó siendo mayor se debió a las buenas respuestas del arquero Sebastián Peratta ante un remate de Toranzo, otro de Franzoia y un zurdazo de Adrián Peralta.

Newell’s no pudo atacar nunca por afuera, tal cual lo pensó Sensini en la previa, por la impericia de los ejecutantes y porque Cristian Sánchez Prette apenas participó del juego. Encima, en la única que Mauricio Sperduti desbordó por derecha y tiró un centro decente, Cristian Núñez se zambulló de palomita pero le dio con el hombro.

La lluvia del complemento incentivó a la Lepra, aunque desvirtuó el partido. Con el campo intransitable, el partido se hizo de potrero y Newell’s emparejó con empuje y con los ingresos de Marcelo Estigarribia y Jorge Achucarro, quienes entendieron que había que jugar levantando la pelota y con centros cruzados.

Gastón Monzón le tapó una pelota increíble a Hugo Barrientos, pero la Lepra alcanzó el empate con un córner ejecutado por Sperduti y un buen cabezazo de Núñez. Pero el chaqueño pasó de héroe a villano en un santiamén: después de un desborde y centro de Vangioni, el Negro erró un gol increíble en el área chica.

Y enseguida llegó una falta infantil de Rolando Schiavi cerca del área leprosa. Toranzo ejecutó el centro, Gustavo Balvorín se anticipó a Barrientos y puso el 2-1. A Newell’s no le quedó tiempo para nada y sucumbió. Por el trámite, el empate no hubiera sido un mal resultado. Pero perdió y, lo que es peor, en lo futbolístico volvió a quedar en deuda.

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