Ciudad

Del subsuelo a las nubes

Tensión en transportistas y playeros: naftas suben el 8%

Confirmaron aumento de combustibles: empresarios dicen que caerá la rentabilidad y gremios temen pérdida de empleos.


Se confirmó ayer un nuevo incremento en las naftas y el gasoil. Según trascendió, la suba será del 8 por ciento en todo el país y marca el inicio de una serie de reajustes que se avecina y que comienza a traer preocupación en los trabajadores santafesinos, quienes mencionaron que con cada incremento las ventas bajan y, al aumentar los costos del transporte de mercaderías, los precios suben, en un círculo que también puede tener fuerte repercusión en el empleo. De hecho, la entidad que agrupa a los transportistas provinciales y nacionales remarcó que se sigue achicando el margen de rentabilidad (ver aparte).

“Nunca hay un anuncio oficial por parte del gobierno o de las compañías petroleras. Llegado el momento comunican a las estaciones de servicio que tienen que subir el precio. El aumento va a ser de un 8 por ciento en todos los combustibles de todas las estaciones de la República Argentina”, explicó, convertido involuntariamente en vocero, el secretario de la Federación de Expendedores de Combustibles, Raúl Castellano.

La nueva suba responde a un acuerdo entre el gobierno nacional y las petroleras, según consignaron fuentes del sector empresarial, que en las últimas horas tenían confirmado el reajuste pero no la fecha de aplicación. Ahora sí: será este mismo lunes.  Así, el precio de las naftas oscilará en Rosario entre los 20,50 pesos y 23, según sea Súper o Premium.

Excavando el pozo

Las petroleras obtuvieron a fin de año luz verde para aplicar un aumento, luego de que la última suba se hubiera registrado en agosto de 2016, período para el cual habían acumulado un total de 31%. Eso se dio tras cuatro ajustes en el precio en los surtidores; en enero (6%), marzo (6%), abril (6%) y mayo (10%).

El aumento llega en el marco de un acuerdo en el que siguen trabajando funcionarios del Ministerio de Energía, a cargo de Juan José Aranguren, con cuadros técnicos de las compañías para establecer un mecanismo de revisión periódica de combustibles.

El plan establece un esquema de revisión trimestral de precios en base a una fórmula que contemple los principales factores que afectan a los valores de las naftas y el gasoil, entre los que se destacan el precio internacional del crudo (explica a razón de un 80% del costo de la refinerías), el de los biocombustibles y el tipo de cambio. En ese marco, el panorama asoma sombrío.

Ismael Marcón, el titular del gremio que agrupa a los trabajadores de estaciones de servicio de la provincia (Soesgpyla), señaló que ya había sido notificado del incremento, y advirtió a este diario que la confirmación de la Secretaría de Energía de la Nación podía llegar recién sobre el límite previsto. Así ocurrió. También anticipó Marcón que cada petrolera sería la que decidiera cuándo cambiar la pizarra. Pero parece difícil imaginar un escenario sin acción del Estado, como ocurría en gobiernos anteriores, para que alguna no aplique un aumento con luz verde oficial. El dirigente sostuvo que la serie de ajustes que se avecina genera preocupación en los trabajadores, que ya vienen siendo muy castigados.

Playa en riesgo

“Cada suba del precio impacta siempre en el bolsillo de los consumidores. Y ya de por sí no teníamos una expectativa en cuanto al aumento en las ventas, sobre todo ahora en verano cuando la ciudad queda vacía. Estamos realmente preocupados porque esto puede seguir agravando la situación del empleo. Cuando cae la comercialización el empresario siempre empieza a ajustar por el lado del empleado”, señaló.

Dos semanas atrás el gremio anunció un paro para el 29 de diciembre. Sin embargo, tras una reunión en el Ministerio de Trabajo santafesino en horas previas a la medida de fuerza, la huelga se desactivó. Es que los propietarios de estaciones se comprometieron allí a no despedir personal por 60 días. A ese punto se llegó luego de que en 2016 más de 300 playeros se quedaran sin empleo, sólo en la provincia de Santa Fe.

De igual modo, Marcón corrigió: “No hemos tenido gran cantidad de cierres de estaciones. Más bien, esos despidos son por goteo y de forma casi individual en diferentes negocios. Lo que más estamos teniendo es la falta de pago del salario en tiempo y forma, o casos en donde aún no recibieron el aguinaldo”.

En Santa Fe hay 490 estaciones de servicio, las que emplean a unas 8.700 personas. Unas 3.700 trabajan en Rosario.

En tanto, desde la Federación Argentina de Expendedores de nafta del Interior (Faeni) mencionaron que la delicada situación se da también por otros factores.

Marcelo Herrero, vicepresidente de la entidad, sostuvo que los empresarios están pidiendo una baja en la alícuota de Ingresos Brutos. Según dijo, por ese tributo pagan 40 mil pesos por mes al fisco santafesino.

También mencionó que la apertura de nuevos canales de distribución directa mayorista (que en algunos casos es promovida por las propias petroleras) está generando enormes perjuicios. “El problema se generó por la apertura indiscriminada de las importaciones, sobre todo de gasoil. Eso nos deja afuera de competencia por los precios bajos que manejan. El mercado de venta mayorista se duplicó y se ha convertido en caníbal. Y hoy nadie está controlando esto”, señaló.

Se abrió el surtidor de quejas

El nuevo aumento del gasoil también provocará una suba del 3% en los costos del sector, según advirtió la Federación de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac). Allí están incluidos los transportistas santafesinos, que en general trasladan cereal de los campos a los puertos. “Si proyectamos el incremento del gasoil en enero, el costo del transporte se incrementaría un mínimo de 3%, y se vería reflejado en el índice del mes próximo, que será el segundo más alto desde 2003”, explicó en un comunicado.

La Fadeeac cuestionó también que ese costo se suma a una cruda realidad por la que atravesó el sector el año pasado: “Una carga impositiva de cerca del 40%, fuerte caída de la actividad, derrumbe del patentamiento del 12% del año y de casi un dígito en la caída del consumo del gasoil en el sector”.

La entidad señaló que entre enero y diciembre pasados el costo de los gastos generales aumentó un 88,2%, por el impacto de la suba de los servicios públicos, a los que se suman las subas en salarios acordadas en paritarias.

También indicó que en ese período los costos financieros crecieron un 86,5% por el alza de las tasas de interés en el período y el aumento de peajes del 82,7% y que también hubo subas en otros rubros como seguros (42%), reparaciones (36%), material rodante (34%) y patentes (30%).

El Índice Fadeeac, que mide los costos del transporte de cargas, alcanza un incremento en el año del 36,9%, superando con amplitud el registro del 2015 (21,8%) y apenas menor que en 2014 (38,4%). “Este resultado lo convierte en el segundo más alto de la serie desde el año 2003, luego del 2014”, indicó la entidad en su comunicado.

Comentarios