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Taxistas: “Somos rehenes de una chicana política”

Por Santiago Baraldi. Titulares y choferes se unieron en una huelga por la demora del Concejo en autorizar aumento de tarifa.

Desde el mediodía de de ayer y hasta las seis de la mañana de hoy, los taxistas y remiseros se convocaron a huelga en repudio al no tratamiento en el Concejo Municipal por parte de la comisión de Servicios Públicos del pedido de aumento que ambos sectores reclaman desde “hace tres meses”.

“Somos rehenes de esta situación de discusión interna entre el socialismo y el justicialismo, vamos a esperar que se encuentren después de este famoso cuarto intermedio, pero si el jueves no se trata en el recinto, las medidas de fuerza serán más duras”, amenazó Horacio Boix, del Sindicato de Peones de Taxis, al salir de la frustrada reunión con los concejales, luego de que más de 300 vehículos se manifestaron frente al Palacio Vasallo.

Mientras los rosarinos afrontaban el día más frío del año, esperaban en vano en las esquinas que llegara un taxi. Muchos desconocían el conflicto, lo que causó el trastorno lógico en las horas pico. “No tiene sentido que la gente pague porque un grupo de concejales quieran hacer una chicana política; aquí Fernando Rosúa, Norma López y Alfredo Curi quieren pedir un informe de cuántos coches hay, cuántas horas de trabajo realizamos… son argumentos para seguir dilatando el tratamiento”, continuó Boix.

Los informes de la polémica

La medida de fuerza contó con el apoyo de todas las patas del servicio: peones, Asociación de Taxistas Independientes, Asociación de Conductores y de Radiollamadas, y también a los titulares. Todos solicitan un incremento en la tarifa del 24 por ciento desde el 1º de julio y otro 7 por ciento desde noviembre. Ayer fueron recibidos por Clara García, quien preside la comisión de Servicios Públicos. “Nos planteó el tema de los tres concejales que pidieron un informe –por López, Rosúa y Curi– y que nada tiene que ver con el salario de los trabajadores. Esto no debería ser politizado y menos que nos lleven a un paro para que se interprete que es contra el intendente. Nosotros aclaramos que no es así: este paro para es contra ellos tres”, arremetió Boix.

Los concejales cuestionados anunciaron un cuarto intermedio para evaluar “objeciones” presentadas por el bloque Justicialista, que estima que la jornada laboral de los taxistas es de 12 horas y “excede cualquier convenio de trabajo”. Además consideran que el estudio de costos del servicio se basa en “datos no explicitados sobre la flota real y los distintos modelos”, ya que se pondera un promedio de 73 mil pesos, algo que resultó elevado a los concejales.

La concejala Norma López explicó que la idea del cuarto intermedio es para “ir aunando posiciones; nosotros hacemos algunas consideraciones sobre el estudio de costo que no son nuevas. Sobre todo porque estos costos es necesario superarlos. ¿Por qué el Estado avala que un chofer trabaje 12 horas cuando va en contra de cualquier convenio colectivo de trabajo? Además tenemos en cuenta la calidad del servicio, que es deficitaria. Según lo que podemos observar, se ve que la rentabilidad de los taxistas es mucho más elevada que cualquier otro servicio público”.

Al respecto, Boix salió al cruce de López y explicó: “¿Sabe cómo trabajaríamos ocho horas y no doce o hasta catorce como hacen algunos? Si se mantiene la tarifa que hay en todos lados: en cualquier país vecino el precio del taxi es en dólar, y la tarifa histórica del taxi se tomaba al precio del litro y medio de nafta súper, es decir, estoy hablando de más de 8 pesos la bajada de bandera y una ficha a 40 centavos; así trabajaríamos 8 horas. Con esta tarifa tenemos que trabajar 12 horas. Para llevarnos 100 pesos, tenemos que hacer 300 y pico de pesos”, explicó Boix.

Lifschitz le puso el pecho

La sensación es que se buscó que la pelota quedara del lado del intendente Miguel Lifschitz, para que decrete el aumento de la tarifa y pague el «costo político» de esta decisión. Lifschitz no le quitó el cuerpo al tema y desafió: “No tengo problemas en tomar la decisión”.

El intendente criticó a los ediles de la oposición que se niegan a votar la suba, pidió que tomen una decisión “por sí o por no” y sostuvo que si le delegan la facultad a él no tendría problema en hacerse cargo y otorgar el aumento, ya que entiende que se justifica: “Si me pasan la potestad a mí no tengo problemas en tomar la decisión”. Y aseguró: “Entiendo que hay razones justificadas”.

Boix, en tanto, recordó que el aumento de la tarifa “es un tema que se viene charlando desde hace tres meses” con el Concejo. “No es algo caprichoso que anunciamos de la noche a la mañana. La semana pasada se lo planteamos a Héctor Cavallero y le dijimos: «está bien, esperamos hasta después de la elecciones, pero entonces dame el aumento todo junto y tarifa nocturna de lunes a lunes»; la respuesta fue que no, entonces quién nos garantiza que nos van a dar el aumento después de las elecciones. Mañana (por hoy) vamos a saber si hay despacho para que se trate el jueves en el recinto, si no es así las medidas serán más fuertes. Ésta es una discusión sin sentido en la que se perjudican ellos, nosotros, los usuarios, la gente… no tiene sentido”.

Por su parte, el concejal oficialista Manuel Sciutto, sobre el pedido de los ediles de la oposición para aclarar cómo se calcula el costo de la tarifa, sostuvo que “cada modelo está tipificado en el informe y es un promedio ponderado, pero como no figura en el informe lo están pidiendo y entonces lo vamos a aclarar”.

Sciutto indicó que si se entiende que el 24 por ciento de aumento en la tarifa es alto, “habrá que hacer una contrapropuesta, porque no proponer una alternativa es derivar en conflicto”.

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