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Tatuajes en la mira de la salud

Un informe internacional revela que al no realizarse con elementos descartables o esterilizados pueden contagiar el virus de la Hepatitis C. Un grupo rosarino pide mayores controles en los negocios del ramo.

A poco de tener un día oficial, a nivel mundial, la hepatitis tiene un nuevo ring de combate: los tatuajes. Estos dibujos en el cuerpo hoy se asocian al riesgo de contraer el virus de la Hepatitis C (VHC), según una revisión sistemática y metaanálisis publicado el 31 de julio 2010 en la edición en línea anticipada de la revista International Journal of Infectious Diseases. Basados en más de 100 estudios realizados en 30 países, investigadores canadienses estiman que el tatuaje casi triplica el riesgo de infección por el VHC en general. Los jóvenes (el grupo de edad más probable que se hace tatuajes) y presos (que pueden tatuarse con equipo compartido no esterilizado) se encuentran en mayor riesgo, como son las personas con tatuajes múltiples que cubren grandes áreas de su cuerpo.

“Partimos desde el conocimiento de que la transmisión de la Hepatitis C se transmite por sangre e indagamos sobre las medidas de bioseguridad que tienen los que hacen tatuajes”, sostuvo a El Ciudadano Edith Michelotti, coordinadora general del grupo Hepatitis C de Rosario.

A su vez, aclaró que “un tatuaje es una microcirugía, dado que queda en la epidermis, es como una cicatriz”, es por eso que pide mayor conciencia a los jóvenes que se han realizado tatuajes o bien tengan en mente lucir uno en su cuerpo. “Es necesario que se hagan un estudio para ver si padecen la enfermedad, o que averigüen bien cuáles son las medidas de seguridad que toman en el lugar al que va a ir” sostuvo.

Siavash Jafari, de la Universidad de British Columbia Escuela de Población y Salud Pública, y sus colegas realizaron una revisión sistemática de la literatura para determinar si el tatuaje es un factor de riesgo para la transmisión de la Hepatitis C.

Los tatuajes se han convertido en una actitud cada vez más popular en los últimos años, anotaron los autores del estudio. En los Estados Unidos se estima que el 36 por ciento de las personas menores de 30 años tiene tatuajes.

En Canadá, aproximadamente el 8 por ciento de estudiantes de secundaria tienen al menos un tatuaje, mientras que el 21 por ciento de los que no tienen los desea. Entre los presos, un estimado de 25 y 35 por ciento tiene tatuajes.

Tatuaje implica la inyección de los pigmentos en la capa dérmica de la piel. Esto normalmente se realiza utilizando una máquina con agujas “múltiples tatuajes” que perforan la piel desde 80 hasta 150 veces por segundo, pero aficionados también lo hacen a mano con una sola aguja afilada.

“Los instrumentos de tatuaje en contacto con sangre o fluidos corporales pueden transmitir infecciones o enfermedades si se los utilizan en más de una persona, sin ser esterilizados o sin técnicas adecuadas de higiene”, dijo Jafari, en un comunicado de la Universidad de Columbia Británica.

Michelotti se hizo eco de estas declaraciones: “Hay que tener en cuenta la tinta con la que se realizan estos tatuajes. Si es descartable o del mismo frasco salen los tatuajes de todos los clientes. Eso, además de las agujas, puede incrementar el riesgo de contraer el virus”.  Asimismo, aclaró que “una microcirugía como es cada tatuaje, debe realizarse en un lugar aséptico, es decir, sin gérmenes”.

Por su parte, antes de entrar en polémica, Michelotti aclaró que no tiene datos de la habilitación de cada uno de los lugares de tatuajes de la ciudad. Sin embargo se sabe que no todos presentan las condiciones de higiene necesarias para realizar este tipo de prácticas”.

No sólo hepatitis

“Esto, ante todo, es un llamado de atención a los jóvenes, que son los más afines a los tatuajes. Una medida más ante la gran preocupación por el aumento de casos de Hepatitis B (de transmisión por sangre y por vía sexual) y C”, expresó Michelotti.

Ante el estudio publicado por la revista internacional, “agujas de tatuajes y otros equipos pueden transmitir el VHC potencial, virus de la Hepatitis B (VHB), VIH y otros patógenos de transmisión sanguínea”.

Los investigadores buscaron literatura médica incluyendo bases de datos para identificar todos los casos y controles, y estudios transversales publicados antes de noviembre de 2008 con los que evaluó los riesgos relacionados a tatuajes o factores de riesgo de transmisión del VHC.

Un total de 124 estudios realizados en más de 30 países –entre ellos Canadá, Estados Unidos, Australia, Brasil, Italia, e Irán– se incluyeron en la revisión sistemática. De estos, 83 estudios (45 de la sección transversal de 30 casos y controles, y la cohorte de 8) se utilizaron para el metaanálisis, lo que representa un total de 132.145 participantes.

Además de los esfuerzos de sensibilización de prevención para los beneficiarios del tatuaje, los investigadores llamaron a la educación de reducción de riesgos para los artistas del tatuaje, guías de control de la infección por reforzarse con las inspecciones, y una mejor información de eventos adversos y registro de datos. También sugirieron que los médicos podrían considerar la investigación del VHC en los pacientes con tatuajes.

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