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Teatro imperdible

Tarascones: cuatro señoronas de dientes afilados

Con una única función, regresa este sábado a Rosario la comedia negra “Tarascones”, de Gonzalo Demaría, bajo la dirección de Ciro Zorzoli, con las actuaciones de Paola Barrientos, Alejandra Flechner, Marcela Guerty y Susana Pampín


A dos años de su presentación anterior, una de las producciones más exitosas del Teatro Nacional Cervantes, Tarascones, la elogiada comedia de Gonzalo Demaría, con las actuaciones de Paola Barrientos, Alejandra Flechner, Marcela Guerty y Susana Pampín, bajo la dirección del talentoso Ciro Zorzoli regresa esta noche a La Comedia.

Grotescas, mostrando los dientes y las miserias, cuatro amigas de edad madura y posición acomodada se juntan a tomar el té. La ceremonia, sin embargo, reviste otros intereses, y mientras juegan a la canasta y hablan de sus arbitrarias posturas frente a la vida y al poder que ejercen por su estatus social, mantienen encerrada a la mucama a la que acusan de un asesinato.

Zulma, Martita, Estela y Raquel ponen a funcionar su rutina. Sin embargo, un hecho inesperado, un crimen, se lleva puesto el apacible programa y de este modo convierte el living de la casa de Raquel, donde ocurren los hechos, en la “hoguera donde se ejecutará a la bruja malvada”, la desdichada mucama que permanece bajo llave.

Tarascones es una pieza que parte del costumbrismo más racional para desplazarse hacia otros géneros: del drama de clases a la farsa, del policial a la gauchesca, de la comedia negra a la épica. Construida a partir de distintos moldes estróficos, es una obra rítmica, que afina su tono entre el lenguaje decorado, ornamental y alto, y sus cruces con lo popular, con guiños hacia la tradicional e histórica revista porteña.

A mitad de camino entre aquellas comedias de mujeres de la escena nacional hoy con cierto olor a naftalina y una película de François Ozon algo estallada, por esa extraña mixtura que deriva de fusionar la intriga con la comedia negra, Tarascones es un verdadero prodigio en términos dramatúrgicos por su escritura en verso.

Apostando a confiar ciegamente en la actuación, pero partiendo de un texto que si bien no propone nada demasiado original en términos narrativos, lo que propone, lo cuenta de una manera formidable, la obra es la contracara de un apacible encuentro de señoras de clase acomodada que, frente a lo inesperado, deciden de manera arbitraria culpar a la mucama paraguaya que habita la casa en cuestión y encerrarla, mientras juzgan su supuesto accionar.

Solas, yermas, convencidas de un poder que no tienen o quizás ya no pueden ejercer; señoras “de clase” pero desclasadas, otrora dueñas de una belleza hoy exagerada que las acerca a lo esperpéntico, abandonadas por los hombres, dejadas y llenas de odio y de prejuicios, toman prestado como registro lo más contundente del grotesco y el absurdo, cuando ya no hay nada más que hacer. Y allí, son ellas mismas las que rompen sus candados y sus códigos para decir (decirse) lo que guardan de sus oscuras y patéticas existencias.

En ese punto, las confesiones cara a cara, con supuesta influencia mágica, dan carnadura a lo más bizarro de la puesta, dejando entrever lo virulento y desagradable de una clase social que hace un culto de la derecha más rancia y dañina, algo que el público festeja, lo que pone en tensión la bajada de línea que ofrece la obra en términos ideológicos.

 

***Tarascones regresa esta noche al Teatro Municipal La Comedia, de Mitre y Ricardone, con una única función, a las 21. Las entradas se venden en la boletería de la sala o a través del sistema 1000tickets.com.ar   

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