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Terror en playas paradisíacas

Tailandia: estallan 11 bombas en 2 días

Ola de atentados en cinco ciudades turísticas ya dejó 4 muertos y 30 heridos.


Al menos cuatro personas murieron en la explosión en serie de varias bombas entre ayer y anteayer en zonas turísticas de Tailandia, en un claro desafío al poder de la junta militar en el poder.  En total se produjeron once explosiones en cinco provincias del sur de Tailandia, entre ellas, las estaciones balnearias de Hua Hin y Phuket, muy concurridas por turistas de todo el mundo.

Hua Hin, ubicada 200 kilómetros al sur de Bangkok, es la más afectada, con un doble atentado anteanoche, que dejó un muerto y 21 heridos, entre ellos turistas extranjeros.

La fallecida era una vendedora ambulante, mientras que entre la veintena de heridos 10 son extranjeros y según un último balance de la policía. De ellos, cuatro son holandeses, tres, alemanes, dos italianos y el último, austríaco.

“Hubo mucho ruido, la policía corría por todos lados. Fue terrible”, explicó a la AFP Michael Edwards, un turista australiano que fue testigo de la explosión.

Ayer por la mañana, un nuevo doble atentado en el mismo barrio turístico provocó la muerte de una segunda persona, generando una ola de pánico en esta localidad costera, según periodistas de la AFP en el terreno.

Frente al carácter inédito de este ataque, coordinado en varias ciudades de Tailandia, los habitantes de Hua Hin decidieron encerrarse en casa.

En la ciudad de Surat Thani, 400 kilómetros más al sur, una empleada municipal perdió la vida en la explosión de una bomba.

Y en Phuket, la localidad costera más reputada de Tailandia, se contabilizó un único herido leve, pero el lugar del ataque es simbólico: Patong, una de las playas más turísticas del país.

Varios países, entre ellos Francia, Estados Unidos y Gran Bretaña, llamaron a sus nacionales a ser prudentes y evitar lugares públicos.

Por el momento, las autoridades no privilegian ninguna pista, como una posible venganza política en un clima de fuerte represión de las libertades desde el golpe de Estado de 2014. Sólo descartan que sea obra de los separatistas musulmanes del extremo sur del país.

“No es un ataque terrorista. Es sólo un sabotaje local”, aseguró el portavoz de la policía nacional, Piyapan Pingmuang.

Poco antes, el jefe de la junta militar tailandesa, el general Prayut Chan-O-Cha, había denunciado una voluntad de “sembrar el caos”.

El ex primer ministro Yingluck Shinawatra, cuyo gobierno fue derrocado por los militares en 2014, denunció los atentados antes de que nadie pudiera apuntar en su dirección.

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