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Peronismo

Sukerman: “Scioli siempre puso el cuerpo”

“En los mejores y peores momentos fue absolutamente leal”, dijo el concejal del Frente para la Victoria Roberto Sukerman sobre el candidato, quien llamó a sectores del kirchnerismo local a enfrentar el desafío de la unidad y evitar posiciones “sectarias”.


Posicionado como referente local del peronismo, mucho más tras las elecciones a intendente de junio, el concejal del FPV Roberto Sukerman hizo un rápido balance de lo que dejaron las elecciones en el peronismo local y pidió evitar el error de un kirchnerismo “sectario”. Sobre el candidato presindecial del oficialismo, Daniel Scioli, dijo que hay que analizarlo por su obra de gobierno y no por el “estilo”.

—¿Cómo quedó parado el peronismo tras las elecciones del 24 de junio?

—Recuperamos la autoestima de que el peronismo está vivo y tiene sus fuerzas, y mostramos que podríamos haber llegado con más días de campaña, con más apoyo, con más unidad. Ese es uno de los desafíos de acá al futuro.

—¿El desafío de la unidad?

—Tiene que ver con que hay muchos grupos, distintos líderes y ninguno con el monopolio del liderazgo. En su momento, Néstor (Kirchner) dijo “que florezcan mil flores”, pero el problema es que se nos murió el jardinero. La muerte de Néstor nos dejó sin una persona que dedicaba las 24 horas del día a hacer política y ordenaba a los distintos sectores. Al no tener el gobierno el peronismo en la ciudad y en la provincia, eso siguió descompuesto y fraccionado. Ahora tenemos muchos sectores, peronistas más cercanos  o más alejados del kirchnerismo, pero con una base ideológica peronista, y el desafío es no ser excluyentes, no ser sectarios.

—¿Por qué lo decís?

—Porque en esta última época veo que algunos quieren darle un rasgo como más sectario. Si no pertenecés a determinados grupos, no sos kirchnerista, o no te reconocen como kirchnerista. A mi me parece que esto es un error. Néstor primero planteó la transversalidad, siempre tuvo aliados, siempre fue frentista. El peronismo siempre fue frentista. Tenemos que trabajar en conjunto.

—¿Cristina no sentía ese rol de armado político cómo Néstor?

—Cristina no estuvo en el armado político como Néstor, porque no es su perfil. Cristina es una estadista indiscutible que va a quedar en la historia de este país. Para mí, los mejores presidentes de la Argentina fueron Perón, Néstor y Cristina. Pero Néstor tenía otro perfil. Un perfil que tuvo como intendente de Río Gallegos, como gobernador de Santa Cruz, era la persona que armaba la política y se relacionaba con todos, además de ser un estadista como lo fue. Cristina no tiene perfil de armadora. Pero no es que los rosarinos o los santafesinos le tenemos que hacer una crítica a Cristina porque no ordenó Santa Fe. El problema es del peronismo de Santa Fe. No es de Néstor ni de Cristina ni de Scioli. Tampoco es de los que pudieron tener poder en su momento. Es un problema colectivo, de egoísmos, de mediocridades.  Una cosa que tenemos que trabajar para revertir.

—Y cómo ves la pelea presidencial, justamente con un candidato que siempre estuvo dentro del kirchnerismo pero fue muy discutido.

—Por eso yo te planteaba antes que es un error pensar esto de que el kirchnerismo es una cosa sectaria. Y que todos los que tienen un determinado perfil son sospechosos, son dudosos, y hay que dudar del apoyo, de la lealtad y de sus ideas. Me parece que es un gran error. Lo que creo es que Scioli, como hombre político, fue vicepresidente de Néstor de 2003 a 2007, fue gobernador de la provincia de Buenos Aires ocho años. En los mejores y en los peores momentos siempre fue absolutamente leal. Apoyó las políticas del gobierno. Fue candidato testimonial cuando se lo pidieron. Nunca se escondió ni dejó de ponerle el cuerpo al gobierno nacional. Ahora, lo hizo a su manera. Pretender que todos tienen que tener el mismo perfil es un error. Scioli tiene perfil propio. A lo mejor, para determinado paladar kircherista, determinadas actitudes, como dónde va, con quién se junta, no les gusta. Pero el problema no es ése. El tema es cómo gobernó la provincia, cuáles fueron sus políticas públicas. Scioli fomentó la industria, hizo obras de infraestructura en la provincia pensándola productivamente, apoyó los puertos, generó créditos para la industria, generó políticas de inclusión. Es decir, este modelo de crecimiento económico, de industrialización, de generación de empleo registrado, de políticas sociales, es coincidente con el que llevó adelante el gobierno de Scioli.

—¿Cuál sería el nudo del mensaje de Scioli?

—Scioli plantea que tuvimos una etapa de crecimiento durante todos estos años de gobierno kirchnerista, y que ahora tenemos que ir por el desarrollo. Lo que se plantea es la continuidad de las mejores políticas del kirchnerismo, la profundización de otras y la revisión de cosas que se pudieron haber hecho mal. Porque plantear que el gobierno hizo todo bien la verdad es que no colabora en nada con mantener y profundizar las políticas.

—¿Qué cosas se hicieron mal?

—Tenemos que hacer una revisión, un replanteo de las cosas que se hicieron mal. Los enfrentamientos contra determinados sectores, hay que replanteárselo, y además una cuestión de estilo. En esto también coincido con Scioli en mi perfil. ¿Yo tengo que mostrar credenciales de haber defendido al gobierno nacional? No, ahora, ¿tengo el mismo perfil que tienen otros? No. Y dejemos que cada uno tenga su perfil.

—En diciembre termina tu mandato. ¿Cuál es tu futuro político?

—Tomé la decisión de ser candidato a intendente sabiendo que era a todo o nada. Jugué sin red. Por supuesto que voy a seguir trabajando por la ciudad, por los rosarinos, tratando de acrecentar nuestro respaldo en la ciudadanía, siendo críticos de la gestión local, con propuestas. Y si tengo la posibilidad de ocupar algún cargo en el gobierno de Scioli va a tener que ser algo que no tenga sede en Buenos Aires, que me aleje de Rosario. Sí podría estar dispuesto a cumplir alguna función con un anclaje territorial local, o regional, pero me quiero quedar acá porque estoy convencido de que mi obligación es seguir construyendo, agrupando a todos, tratando de generar la mayor unidad posible.

“El debate logró cambiar el resultado de la elección”

“El debate fue una instancia extraordinaria para mí porque me permitió mostrarme masivamente 15 días antes de la elección, e indudablemente de acuerdo a cómo se mostraban las encuestas cambió el resultado de la elección”, recordó Sukerman sobre el debate televisivo que reunió a todos los candidatos a intendente de la ciudad, a pocos días de la elección.

—Fuiste muy duro con Mónica Fein y Ana Laura Martínez, pero quedó la sensación de que la más afectada fue Martínez.

—Mi estrategia en el debate fue criticar a las dos. Indudablemente la reacción de Martínez –me insultó en el corte– generó más ruido. Pero mis críticas fueron políticas, sobre la circunstancia de su función pública. Para mí fue positivo porque conseguí que me puedan conocer más masivamente. Crecí en nivel de conocimiento y en número de votos. Para el peronismo esto fue histórico, porque veníamos de todas las últimas elecciones con un aliado como Héctor Cavallero, pero esta vez consolidamos un recambio.

Fase actual del peronismo

“Indudablemente el kirchnerismo es la fase actual del peronismo. Por eso puedo entender que haya kirchneristas no peronistas, que adhieran al proyecto nacional, pero no puedo entender que haya peronistas no kirchneristas. Puedo entender que tengan matices, que no estén de acuerdo con todas sus políticas, que no le gusten determinadas formas, pero pensar que hay peronistas con Macri, o con Massa, no lo entiendo. Si sos peronista tu lugar es el kirchnerismo, defendiéndolo y criticándolo, pero desde adentro”, dijo Sukerman.

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