Región

Control de caza y fauna silvestre

Sorprenden a cazadores furtivos tras matanza de especies autóctonas protegidas

Gendarmería detuvo la marcha de un vehículo que transportaba un bote con varias presas evisceradas (siete carpinchos y un ciervo axis). Dos capibaras bebés fueron rescatados con vida del baúl del auto. También secuestraron armas de fuego y municiones


La matanza de carpinchos está prohibida en Entre Ríos desde 1979. Sin embargo, los roedores vivientes de mayor tamaño y peso del mundo siguen siendo el blanco de cazadores furtivos y uno de los atractivos del turismo aventura. Este fin de semana, Gendarmería Nacional Argentina (GNA) interceptó un auto y una embarcación que transportaban siete carpinchos muertos, dos crías vivas y un ciervo axis eviscerado, además de armas de fuego y municiones.

El operativo de control de caza y rescate de fauna silvestre tuvo lugar este sábado en la ruta nacional 12 (kilómetro 234), en el departamento Gualeguay.

En una requisa de rutina, agentes del Escuadrón 56 Gualeguaychú de GNA detuvieron la marcha de un Volkswagen Fox que transportaba en un trailer una pequeña embarcación.

Según informaron los uniformados, al revisar los vehículos hallaron dentro del bote siete carpinchos muertos y un ciervo axis eviscerado. Luego encontraron dos armas de fuego escondidas sobre el motor del auto, una escopeta calibre 12/70, una carabina 22 LR y 36 cartuchos. Finalmente, al requisar el baúl del vehículo encontraron dos pequeñas crías de carpinchos vivas y maniatadas.

Las autoridades dispusieron que los carpinchos bebés rescatados sean entregados al refugio de animales silvestre Parque Pericos para su recuperación y posterior restitución a su hábitat.

Gendarmería Nacional informó que los ocupantes del vehículo eran todos oriundos de la localidad de Gualeguay. La Fiscalía jurisdiccional les abrió causa por el secuestro de armas de fuego sin documentación e inició una investigación por la matanza de especies en infracción a la ley de caza Nº 4.841 que declara la “protección, conservación, propagación, repoblación y explotación de las especies de la fauna silvestre temporal o permanente” que habitan en Entre Ríos. En el caso del carpincho, su matanza está vedada en la provincia desde 1979 por la resolución N° 237.

Oferta ilegal

Hace tres meses, la ONG Centro para el Estudio y Defensa de las Aves Silvestres (Ceydas) denunció que un sitio de turismo aventura publicitaba la caza de carpinchos en una estancia ubicada en el departamento entrerriano de La Paz. La Asociación Civil calificó la oferta como “indignante” en un comunicado donde recordó que el capibara, como también se conoce al carpincho o chigüire, se encuentra dentro de las especies autóctonas protegidas en la provincia. Son los roedores vivientes de mayor tamaño y peso del mundo.

De esa manera se refirieron a la estancia Puerto Buey, un coto ubicado en cercanías a la localidad de Santa Elena, que además de haber publicitado la caza de carpincho ofreció la caza “nocturna” de jabalí, también prohibida por las normativas entrerrianas.

La publicidad del servicio de matanza de carpinchos fue difundida por el sitio web “Riverland Outfitters”, que ofrece servicios de cacería y pesca tanto en la estancia Puerto Buey como en la provincia de Corrientes.

Según alertaron desde la ONG, la publicación estaba destinada a turismo extranjero, completamente en idioma inglés, y entre los animales autóctonos ofertados también ofrecían especies de caza mayor, como animales con cuernos o jabalí.

La ONG mencionó también que en las fotos promocionales del coto se observaron cazadores con ramos de patos muertos colgando en sus manos, entre ellos especies prohibidas en Entre Ríos como el Pato Capuchino (Spatula versicolor) y Pato Cuchara (Spatula platalea).

En el comunicado, Ceydas refiere que son publicaciones indignantes que se suman a la polémica habilitación de la caza de cinco especies de aves autóctonas exclusivamente en cotos de caza por parte del gobierno entrerriano y deja en evidencia “la impunidad con la que operan estos establecimientos cinegéticos y la incapacidad del gobierno para controlarlos”.

 

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