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“Sorperdidas de gracia”, dos monjas que desde el absurdo se enfrentan a un gran desafío

La nueva obra de Los Que Ríen, equipo creativo que festeja 25 años de trabajo en Rosario, y en la que actúan Ángel Daniel Polisano y Betiana Arcuri, bajo la dirección de Darío Guillermo Castañeda, se presenta los viernes en La Escalera


Con el humor como principal disparador y con el encuentro de una amistad que se consolidó con el paso de los años, el grupo teatral local Los Que Ríen transitó el último cuarto de siglo con una producción escénica profusa, en su gran mayoría, gestada a partir de una dramaturgia propia.

Por estos días, el trío creado en 1998 que integran Ángel Daniel Polisano, Betiana Arcuri y Darío Guillermo Castañeda, festeja sus 25 años de creación con un nuevo trabajo, Sorperdidas de gracia, con el que se presentan los viernes en la sala La Escalera, donde ponen el foco en el talento y las dificultades que enfrentan a diario los artistas independientes.

Con dramaturgia y dirección de Castañeda y actuaciones de Polisano y Arcuri, la propuesta desanda la historia de dos monjas que enfrentan el desafío de sus vidas: ganar un concurso de talentos en televisión, con el caso real a la distancia de Cristina Scuccia, la monja que terminó ganando una de las ediciones de La Voz Italia y que sorprendió a la mismísima Rafaela Carrá.

Sor Luz y Sor Claridad, las monjas en cuestión, prometieron a su congregación y los feligreses llevarlos a conocer al Papa. Y mientras se preparan para el gran desafío, despliegan sus obsesiones, compulsiones y secretos, al mismo tiempo que ponen a prueba su fe y sus talentos bastante dudosos.  

“La inspiración para este proyecto fue trabajar a partir del registro de una comedia absurda: ya de por sí hay algo absurdo en estas dos monjas buscando mostrar un talento que en realidad no tienen, pero estas monjas en realidad son una excusa, el planteo no tiene nada que ver con la religión sino con la idea de un supuesto talento, de su búsqueda, de poder mostrarlo. Es absurdo que dos monjas quieran participar de un concurso de talentos más allá de que hay casos reales, pero además son dos personajes muy siniestros y al mismo tiempo muy simpáticos; en el recorrido de la obra se van descubriendo sus roles verdaderos, sus cosas guardadas, eso que esconden; pero todo sucede a partir de algo disparatado porque hay música y coreografías, dado que estas dos monjas son muy divertidas. Se trata de una propuesta que surgió de un trabajo de improvisación y de ahí se disparó la historia que luego Darío terminó escribiendo”, planteó Arcuri acerca del nuevo trabajo del grupo que celebra un recorrido transitado por el humor, la comedia y la comedia dramática.

Así, con el mismo espíritu y entusiasmo de siempre, Los Que Ríen presenta “una nueva producción propia, una comedia con ribetes absurdos que invita a reflexionar sobre la lógica del éxito, el imperativo de ganar, los mandatos, las promesas y las prácticas de la fe”, sostienen.

Con un humor que en un primer plano dispara la risa pero que, en un segundo plano, intenta una bajada de línea, algo que marca el recorrido de la producción del grupo en todos estos años, Arcuri evaluó: “Esta obra es un absurdo donde, más allá del humor y como solemos decir con el grupo, intentamos mostrar otros aspectos. Estas monjas viven la triste vida del artista de variedades, teniendo que ir a un concurso con los pocos recursos que tienen. En ese sentido, y respecto de esta idea de contar algo más allá del humor, en lo que le pasa a estas monjas hay mucho de lo que nos ha pasado a nosotros en todos estos años: las cosas con las que hay que lidiar para llegar a estrenar, las dificultades económicas, el hecho de hacer todo muy a pulmón. Y al mismo tiempo, paradójicamente, eso es lo gracioso de estos personajes”.

“Como grupo, creo que nos sostiene ante todo un fuerte vínculo personal, que se enlaza con un deseo profundo por hacer teatro. El espíritu del grupo siempre fue la diversión y eso también funciona como sostén para juntarnos y crear proyectos. Habitualmente tenemos como objetivo estrenar una obra nueva al año. Generalmente la idea aparece propulsada por lo que tenemos ganas de hablar, eso que nos está atravesando en el presente. Esta obra surgió de un comentario casual sobre los supuestos talentos y todo lo que las personas podemos hacer para comprobar si realmente los tenemos. Así aparecieron estas dos monjas que se desafían en ganar un concurso en televisión nacional”, sumó Castañeda.

 

“Una de los motivos que nos trajo hasta acá es que somos muy amigos; hace 25 años que trabajamos juntos, nos conocemos mucho, y es una amistad que es incomparable, sobre todo por las dificultades que hay que enfrentar a la hora de encarar un proyecto. Las producciones se concretan más que nada por esa amistad que conservamos y cuidamos. Estudiamos juntos la carrera y seguimos sosteniendo la inquietud de hacer teatro a pesar de todo. Amamos mucho lo que hacemos y, de hecho, hacemos otras cosas que nos permiten la vida diaria para poder a la noche ensayar y estrenar una nueva obra. Ojalá algún día podamos dedicarnos sólo al teatro”, destacó finalmente Arcuri acerca del grupo que se formó a finales de los años 90 a partir de una muestra plástica que los convocó, al mismo tiempo, a sumar escenas teatrales y, según sostienen, “desde entonces comenzamos a hacer obras en su mayoría propias, y sólo algunas de autor, donde el espíritu del grupo siempre fue colectivo, y donde los roles de actuación, dramaturgia y dirección siempre fueron rotando”.

Para agendar

Sorperdidas de gracia, el nuevo trabajo de Los Que Ríen, se presenta los viernes de abril, a partir de las 21, en la sala La Escalera, de 9 de Julio 324. Las entradas, a precios populares, se pueden reservan a través del 341-5218781

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