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Nuevo sistema

“Sólo el 10 por ciento de las causas deben llegar a juicio oral”

El fiscal regional Jorge Baclini evaluó positivo el funcionamiento, pero considera que faltan recursos. Sostuvo que el 90 por ciento de las investigaciones pueden resolverse en un proceso abreviado.


A dos años de la puesta en marcha del nuevo sistema procesal penal, el fiscal regional Jorge Baclini hizo un análisis del funcionamiento. Si bien su balance es positivo, marcó la necesidad de cubrir algunas falencias, especialmente en lo que respecta a recursos humanos, tecnología e investigación policial. El funcionario sostuvo que recién este año la Fiscalía se está afianzando en el vínculo de confianza con la sociedad. Y analizó la necesidad de algunos ajustes en cuanto a las políticas de persecución penal y detalló las bondades del juicio abreviado, herramienta que facilita la mayor cantidad de resoluciones judiciales en el sistema y que ha generado polémica en algunos de los casos.

“Desde el último informe de gestión presentado en diciembre pasado, no ha habido cambios sustanciales en la estructura de recursos materiales y humanos”, sostuvo Baclini y aseguró que “existe un compromiso del gobierno provincial y de los ministerios de Justicia y Seguridad para ampliar la planta de trabajadores de la Fiscalía”. Si bien la necesidad de personal abarca a todas las unidades del Ministerio de la Acusación, el fiscal regional ejemplificó con la unidad de homicidios: “Nosotros queremos llegar a 10 fiscales para homicidios, hoy hay 7. Como mínimo necesitamos dos empleados y medio por fiscal para atender la unidad y hoy contamos con un empleado por fiscal”. Y agregó que necesita un cuerpo de 2 o 3 investigadores policiales por fiscal para homicidios, especialmente para la realización del trabajo de calle, lo que se replica en menor número en otras unidades fiscales.

Baclini aclaró que cinco fiscales del viejo sistema, que ya cuentan con aprobación de la asamblea legislativa, pasarán a la nueva estructura, a lo que se suman otros dos funcionarios del sistema de transición. Y dijo que desde mayo hay 11 cargos de fiscales adjuntos para concursar. “Hablé con el Ministro de Justicia –Ricardo Silberstein– para ver si se podía acelerar. Hoy con los fiscales que tenemos –son 65– damos una respuesta ante una necesidad; con lo que viene puedo profundizar”, sostuvo.

Baclini sostuvo que el organismo de investigación técnico –en referencia a la policía judicial– va a demorar, ya que aún deben generarse los concursos de cargos. Mientras tanto cuentan con la Policía de Investigaciones (PDI). Y agregó que en el área criminalística se ha avanzado, pero se necesita completar la compra de los equipos que faltan. “Se han comprado muchos aparatos y se esta mejorando mucho en tecnología. Pero falta”, refirió.

Juicios orales y abreviados

Baclini explicó que el sistema debe manejarse en una proporción de entre un 8 y un 10 por ciento de juicios orales en relación a los abreviados, es decir, si existe una perspectiva de cerrar 900 abreviados, el 10 por ciento de ellos serán juicios orales. Y destacó que a medida que la Fiscalía aumenta su producción, debe ir acompañada de una respuesta de los otros estamentos del sistema. Y consideró que tiene que haber un incremento proporcional de recursos humanos.

“Si la Fiscalía se duerme, se duerme el sistema. El 70 por ciento de los casos se manejan con defensores públicos, pero si no hubiese la cantidad de defensores suficientes, tampoco responde el sistema”, refirió a modo de ejemplo.

“Siempre digo que el viejo sistema con jueces de instrucción y correccionales, secretarios y fiscales en toda la región, contaba con 90 profesionales de calidad que hacían lo mismo que nosotros. Hoy tenemos 65 y, así y todo, los índices de respuesta en cantidad son mayores. Y entiendo que en calidad también”, aseguró.

“En 2014 se hicieron 4.600 audiencias en toda la región y cerca de 6.000 en el 2015: hay una evolución”, refirió

En referencia a los juicios abreviados sostuvo que en los dos años se firmaron un número que ronda los 1.400 o 1.500 abreviados, y detalló que en este lapso no existió un rechazo permanente en la modalidad por parte de los jueces que homologan la propuesta o un desacuerdo en la calificación legal o en el cambio de esa calificación. “No digo que pueda haber casos erróneos; trato de establecer un sistema de control para evitar que esto pase, pero normalmente la audiencia imputativa se hace a las pocas horas de cometido el delito con los pocos elementos con los que se cuenta. Esto genera que el fiscal, en la investigación posterior, pueda llegar a un abreviado por un delito menor. Tampoco ocurre de manera permanente: a veces se han chequeado muy pocos casos y sobre esos muy pocos casos se hace una crítica sistemática a todo el funcionamiento del sistema”, argumentó.

Para Baclini, el abreviado es una metodología de respuesta que ofrece este sistema que, a su criterio, es de mayor calidad, incluso, que el juicio escrito . “En el abreviado hay un control permanente de todo lo que hace el fiscal. En un juicio escrito nadie se entera de lo que pasa, sólo el imputado, el fiscal y el defensor, que son notificados con un sellito. Aquí hay una exposición permanente y un control de juez que puede estar en desacuerdo y rechazar el abreviado o hacer objeciones”, sostuvo. Y agregó: “La negociación aparece como una mala palabra y en términos de la Justicia Penal internacional es parte del sistema; lo que pasa es que uno tiene que sentirse respaldado por quien hace la negociación y nosotros hemos empezado hace dos años y nos estamos consolidando recién este año”, sostuvo.

Políticas de persecución penal

En cuanto a las políticas de persecución penal que se fijó la Fiscalía al inicio del sistema, Baclini explicó que se mantienen, pero hubo ajustes en cuestiones que fueron surgiendo como prioritarias. Sostuvo que problemáticas como violencia de género o violencia institucional tomaron una dimensión diferente a lo que era la temática inicial. También asignaron otras temáticas a la unidad de investigación y juicio, como las entraderas, y ahora, robos de taxi, “porque hay una demanda en la particularidad de la víctima o en el delito que se comete, y requieren que uno vaya ajustando la estructura a estas particularidades”, detalló.

Homicidios

En cuanto a los homicidios que se producen en la ciudad, el funcionario prefirió ser cauto. Si bien refirió que la cifra sigue siendo alta, se viene percibiendo un leve descenso, afirmó. En cuanto a los homicidios en ocasión de robo, sostuvo que en ciudades como Rosario rondan entre un 10 y un 15 por ciento, pero al ser homicidios sorpresivos conmueven muchísimo, aunque aclaró que el porcentaje de este tipo de crímenes no ha sufrido una gran variación.

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