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Terrorismo

Siria: triple ataque del Estado Islámico causa 63 muertos

Un coche bomba de estrelló contra una parada de colectivo en las afueras de Damasco y luego dos suicidas se inmolaron.


Tres ataques suicidas perpetrados en las afueras de Damasco por el Estado Islámico (EI) dejaron ayer 63 muertos, al mismo tiempo que en Ginebra el mediador de la ONU Staffan de Mistura preparaba el inicio de las negociaciones de paz en Siria.

Las tres explosiones que sacudieron la zona de Ku Sudan, en el suburbio de Sayida Zeinab, fueron reivindicadas por Wilayat Dimashq, la rama local del EI.

La agencia de noticias oficial Sana informó que la primera explosión fue causada por un coche bomba que se estrelló contra una parada de colectivos y que, poco después, cuando una pequeña multitud se acercó al lugar para ver lo que había pasado y ayudar a los heridos, dos personas hicieron explotar los explosivos que llevaban pegados al cuerpo y provocaron un número mucho mayor de víctimas.

Mientras que Sana informó que todas las víctimas eran civiles, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización pro opositora con sede en Londres, sostuvo que al menos 16 de los muertos eran combatientes.

Sayida Zeinab está a unos 17 kilómetros al sur de Damasco y es una de las zonas bajo control del gobierno que está protegida en los hechos por la milicia chiita libanesa Hezbollah, uno de los grupos armados que pelean codo a codo con el Ejército contra el heterogéneo frente insurgente que pelea por derrocar al gobierno de Bashar Al Assad desde hace casi cinco años.

El EI dejó en claro en su comunicado que el objetivo de los atentados fue religioso. “Para que sepan los renegados (en alusión a los chiitas) que, igual que ellos combaten, serán combatidos y que no encontrarán seguridad ante los golpes de los muyahidines (combatientes santos) con el permiso de Alá”, advierte el texto difundido por la milicia extremista.

Por otra parte, De Mistura se reunió ayer “como una cortesía” con la delegación opositora en Ginebra y trató de preparar el terreno para comenzar hoy con las negociaciones indirectas, en las que él se ocupará de llevar y traer las propuestas y las contrapropuestas entre los dos bandos.

“Soy optimista y estoy determinado porque esta es una ocasión histórica que no puede ser desperdiciada”, aseguró De Mistura tras la reunión.

Pese a su optimismo, De Mistura está lejos de haber garantizado el comienzo de un diálogo entre los enviados del gobierno sirio de Bashar al Assad y representantes de grupos insurgentes y opositores.

Mientras De Mistura intentaba convencer a la delegación opositora que se siente hoy en una de las mesas de negociaciones, el jefe negociador de Damasco, Bashar Jafaari, reiteró que discutirán “siempre y cuando sea sin precondiciones y sin interferencias extranjeras”.

Frente a la prensa mundial, que sigue de cerca las negociaciones en la sede de la ONU en Ginebra, el funcionario sirio apuntó principalmente a lo que consideró es el vínculo entre milicias opositoras extremistas y potencias extranjeras.

Al igual que los enviados del gobierno de Al Assad, la delegación opositora tampoco se mostró abierta a revisar sus posiciones y abrirse a posibles concesiones.

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