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Siria: al menos 90 muertos en una nueva jornada de combates

Entre los muertos figuran 41 civiles, 29 soldados y 20 rebeldes. La norteña provincia de Idleb pagó el tributo más alto con 12 civiles muertos en bombardeos. En la capital 7 de los 12 muertos fueron víctimas de francotiradores.


Al menos 90 personas, en su mayoría civiles, murieron en actos violentos en Siria, anunció el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (Osdh), una ONG con sede en el Reino Unido. Entre los muertos figuran 41 civiles, 29 soldados y 20 rebeldes.

La norteña provincia de Idleb pagó el tributo más alto con 12 civiles muertos en bombardeos, señala el OSDH.

En Damasco, siete de los 12 civiles muertos fueron víctimas de francotiradores. Y por primera vez, en Bab Tuma, un barrio cristiano del casco antiguo de Damasco, un matrimonio y su hijo fueron asesinados por hombres armados desconocidos, según el Osdh.

Además se encontraron los cuerpos de dos habitantes en su casa del barrio de Midan, en el sur de Damasco, sin que se sepa cuándo murieron.

Midan fue escenario de combates violentos entre rebeldes y unidades de las fuerzas especiales y de la Guardia Republicana, que el viernes retomaron el control del barrio.

En la provincia meridional de Deraa fallecieron cuatro civiles y tres rebeldes.

La rebelión perdió a siete combatientes en Homs, una ciudad del centro de Siria y símbolo de la revolución. Y los bombardeos sobre Rastan, en la provincia de Homs, se cobraron la vida de cuatro civiles.

El jueves fue el día más mortífero en Siria desde el comienzo de la contestación popular en marzo de 2011 con más de 300 muertos, en su mayoría civiles.

Rebeldes tomaron las fronteras

La rebelión siria controlaba varios pasos fronterizos con Irak y Turquía, vitales para el suministro de armas, y se enfrentaba al ejército en Alepo (norte), nuevo frente abierto tras el estallido de la “batalla de Damasco”, donde las fuerzas gubernamentales parecen haber retomado el control.

En el plano diplomático, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, inquieto por el deterioro rápido de la situación, consideró que el gobierno sirio fracasó en la protección de los civiles. La violencia dejó este sábado al menos 92 muertos, según una ONG siria.

Ban, que pidió a las autoridades que “pongan fin a las matanzas y el uso de armas pesadas contra las aglomeraciones”, despachó a Damasco al subsecretario encargado de las operaciones de mantenimiento de la paz, el diplomático francés Hervé Ladsous.

A pesar de la intensificación de los combates, el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, instó a que “se forme rápidamente un gobierno provisional representativo de la diversidad de la sociedad siria”.

Casi una semana de intensos combates en Damasco y un atentado contra los principales jefes del aparato de seguridad en el corazón de la capital han debilitado el poder del presidente Bashar al Asad.

Paralelamente, los rebeldes tomaron el control de varios puestos fronterizos con Turquía e Irak. En el este controlan dos de los tres principales pasos entre este último y Siria, en Bukamal y Yaribiya.

En el norte, la rebelión controla desde el viernes uno de los doce pasos fronterizos con Turquía, el de Baba Al Hawa, que estaba en manos de un grupo de combatientes procedentes de varios países musulmanes que dicen pertenecer a movimientos islamistas armados.

En cambio, en el sur, el Ejército Sirio Libre (ESL), integrado por desertores y civiles armados, trató sin lograrlo de tomar el control de un paso con Jordania, según un responsable jordano. En el oeste, la frontera con Líbano seguía bajo control del ejército regular.

En este momento en que se recrudecen los combates, los rebeldes necesitan más que nunca armas por lo que el control de las fronteras es vital para su suministro.

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