Ciudad

Rucci estuvo vacío

Sin fieles y en un inédito Vía Crucis, el Padre Ignacio admitió que hay “susto” por el virus

Lejos de las históricas movilizaciones, la tradicional ceremonia de Semana Santa sólo se pudo seguir a través de las redes sociales de la Parroquia Natividad del Señor. “Rezo mucho para que toda esta situación se termine lo más pronto posible”, señaló el religioso


Fue un Viernes Santo distinto, qué duda cabe. Y dentro de las cosas extrañas de estos tiempos, fue raro que las calles del barrio Rucci estén vacías. Es que el Vía Crucis del padre Ignacio Periés, que habitualmente congrega a miles de personas, esta vez fue solo virtual.

La transmisión del evento se hizo por el canal de YouTube y por las redes sociales -Instagram y Facebook- de la Parroquia Natividad del Señor.

Desde la parroquia pidieron muy especialmente que nadie se acerque ni a la iglesia, que permanecía cerrada desde el 16 de marzo, ni a la zona.

Así que esta vez, tanto para el padre Ignacio como para sus seguidores, el Vía Crucis fue solo puertas adentro.

De hecho, el coronavirus también impactó de lleno en las actividades religiosas de Semana Santa, que debieron adecuarse. Los fieles solo pudieron seguir las circunstancias desde su casa, a través de las redes sociales.

En ese marco, a lo largo de las 14 estaciones de la oración, el padre Ignacio fue guiando las reflexiones mientras lo acompañaron, siempre en soledad, con cantos alusivos.

Tras eso, Ignacio expresó que la situación generada por la pandemia de coronavirus “no va a durar mucho”. Y sumó: “Hay susto. Rezo mucho para que esto termine pronto para que la gente vuelva a tener una vida normal. La gente no debe perder la paciencia ni la sabiduría, ni el sentido común. Eso es clave”.

El cura nacido en Sri Lanka también destacó que el que se está vi-viendo es “un momento muy difícil”, pero a su vez recordó que después de la Segunda Guerra Mundial la humanidad estuvo peor.

“Si escuchamos bien la palabra de Jesús, esta hambruna pasó muchas veces en el mundo pero la humanidad no se ter-minó nunca. Porque cuando Moisés trajo gente de Egipto a la Tierra Prometida hubo pestes y enfermedades que amenazaron a la humanidad”, añadió el sacerdote que congrega a miles de personas y es conocido a nivel internacional.

“Sin embargo —recordó— la fe de Moisés y la fe en Dios aseguraron la vida de la gente y eso es lo que tenemos que tener presente todos. A veces, cuando hay miedo, angustia y desesperación se pierde la fe. Jesús dijo que no había que desesperar. Hay que volver a la fe y a la oración. A pesar de todo, hay que seguir creyendo”.

Ignacio dijo que la desesperación no es propiedad exclusiva de los rosarinos “sino de todo el mundo”. Y recordó que el presidente Alberto Fernández “maneja el mismo discurso que todos los mandatarios del mundo y, a veces, el pedido de cuarentena trae psicosis. Se ven colas en supermercados y eso no contribuye. Si el presidente le dice a la gente que va a tener comida, hay que confiar también en los líderes. Pero las imágenes que se muestran traen miedo”.

“Más que solidaridad hace falta conciencia responsable, de todos; sin fijarse en religiones, ni razas ni lenguas. Porque la conciencia responsable tranquiliza y muestra reglas de caridad. Hay que comprender a la gente que tiene dudas y certezas. Por eso las medidas que se tomen deben ser coherentes y generar confianza, porque en estos momentos nadie cree en nadie”, añadió.

También pidió la unidad de todos los credos en este momento tan particular.

 

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