La falta de consenso en el seno del Consejo Nacional Transición (CNT) de Libia sobre la formación de un gobierno interino obligó a posponer el esperado anuncio, mientras sus fuerzas trataban ayer de reducir la resistencia en los últimos bastiones fieles al derrocado régimen.
“El anuncio de un gobierno de transición fue aplazado indefinidamente para finalizar las consultas”, dijo Mahmud Yibril, número dos del CNT, en rueda de prensa en Bengasi, sede de la insurgencia libia.
Este gobierno estará a cargo de la transición de poder en el país norafricano a la espera de nuevas elecciones dentro de ocho meses, y la redacción de nueva Constitución antes de las elecciones generales un año más tarde.
“Se ha acordado un gran número de carteras, pero todavía hay otras que necesitan más tiempo de discusión”, agregó Yibril, que recibió a principios de agosto el encargo de diseñar un nuevo gobierno interino.
Según el emisario dela ONUen Libia, Ian Martin, el plazo de ocho meses empezará a contar cuando las nuevas autoridades, que dicen controlar actualmente 90 por ciento del territorio, hayan declarado la “liberación” total del país.
Este anuncio se hace esperar, ya que los combatientes aún fieles a Muamar Gaddafi, actualmente prófugo, oponen una enconada resistencia en sus bastiones de Bani Walid y Sirte, ciudad natal de Gaddafi ubicada el este de Trípoli.
Según Ahmed Bani, portavoz militar del CNT, la toma de Sirte y Bani Walid es cuestión “de unos días”, y su caída bastará para vencer la resistencia de los “mercenarios” en Sebha, otro bastión a750 kilómetrosal sur de la capital libia.
Por su parte, fuerzas leales a Gaddafi dijeron ayer que capturaron a 17 mercenarios –algunos británicos y franceses–, en un golpe que supondría un profundo revés para los nuevos gobernantes del país y sus partidarios internacionales. “Un grupo que consiste en 17 mercenarios fue capturado en Bani Walid. Son expertos técnicos e incluyen a agentes consultivos”, dijo el portavoz gaddafista, Moussa Ibrahim.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia dijo que no tenía información. En tanto, autoridades británicas dijeron que tenía constancia de las informaciones de los medios sobre la captura de mercenarios pero no podía demostrar su veracidad.
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