El Hincha

Silencio presidente

Speciale todavía no entendió que no debe convencer a la gente desde la palabra

“Rivoira transmitía nerviosismo”, dijo el presidente de Central, Norberto Speciale, refiriéndose a la renuncia del técnico canalla. Hace una semana indicó que, “Rivoira será el técnico así no ascendamos este año, seguirá en 2012”. Está claro que el fútbol es dinámico y si el Chulo consideraba que no podía seguir, nada puede hacer un presidente. Pero ha sido una constante leer, escuchar o ver a Speciale en cualquier tira deportiva de la ciudad o de Buenos Aires, siempre con un enorme deseo de decir algo.

En el camino quedó aquello de, “si no ascendemos me voy”. O la metafórica, “el Nacional B será una autopista a Primera división”. Y hay muchas más, demasiadas. Esta columna no pretende recapitular a Speciale y sus dichos, se trata de referenciar, nada más. Está claro que Speciale a la hora de declarar no resiste un mínimo archivo.

Se le valora y mucho su valentía para hacerse cargo de una responsabilidad que un grupo de “empresarios notables” de la ciudad, esos que siempre apoyan, no quisieron asumir. Está claro que, con la imprescindible ayuda de Gonzalo Belloso armaron un equipo en tres días, más allá de la negativa de muchos en querer venir (técnicos y jugadores) y los que estaban en el club y se querían ir. Pero, hasta acá con el fútbol todo salió mal. Puede que las cosas se hayan querido hacer bien, pero no salieron. Acaso porque Merlo y Rivoira fracasaron de manera tan rotunda, como inesperada.

Lo que no entendió Speciale es que no debe convencer desde el discurso, la gente le a va creer y hasta a querer desde los resultados. La Promoción no está tan lejos, es posible. El ascenso sí parece que quedase del otro lado del mundo, pero deben pelearlo. No declarando, eso lo único que hace es irritar.

El club está ordenado, ha crecido la masa societaria de manera extraordinaria. Se hicieron cargo de una guardería náutica (Botar) que estaba en estado de derrumbe. Hoy la Ciudad Deportiva de Baigorria es el sueño de cualquier técnico. Emprolijaron el desastre que dejó Usandizaga (el gran culpable de esto que se está viviendo, sin dudas) en Arroyo Seco. Todo eso engrandece a la institución, y también a su gestión. Pero no debe hablar más, o al menos tratar de pensar lo que dice. No hacer futurología y adquirir desde su conciencia la humildad que nunca demostró tener.

Hoy la distancia entre Speciale y el escribano Víctor Vesco es equivalente a la que puede haber entre Bauza-Van Tuyne con Valentini-Braghieri, o Medina- Toledo con Chelito Delgado y Figueroa (aquel Lucho, no el que volvió y se arrastra por la cancha). Humildad y trabajo es la receta, las palabras no se las lleva el viento, quedan fijas en la razón de los hinchas. Y eso lastima.

Comentarios