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Polémica

Sigue la polémica en la Galo Lavalle

Padres de chicos del 2º grado de la escuela donde se investiga si una maestra intentó medicar a los niños dicen que no mandarán a sus hijos a clases hasta que sea restituida en su cargo. Prometen que el lunes se movilizarán al Ministerio.


Madres de alumnos del 2º grado de la escuela Juan Galo Lavalle, ubicada en Juan Manuel de Rosario al 4000, decidieron que sus hijos no asistirán a la institución educativa de zona sur hasta que restituyan a la maestra Cristina, quien fue acusada de intentar medicar a los chicos la semana pasada. El lunes se presentarán en la sede local del Ministerio de Educación para manifestarse a favor de la docente, ya que entienden que no hizo nada malo. “Esta decisión la tomamos porque los chicos no quieren ir a la escuela si no está ella. Es su maestra”, comentó Agustina, madre de uno de los alumnos del grado donde ocurrió la polémica cuando el Ministerio de Educación comenzó a investigar si la docente, al intentar aliviar una congestión nasal de los alumnos, mezcló en la leche un antifebril y analgésico, como denunció una portera.

Todo era calma ayer en la escuela, convulsionada en las últimas horas por la repercusión mediática del caso. La música propia del recreo –gritos y pasos acelerados de los chicos– se escuchaban detrás de las rejas grises sobre las que cuelgan cuatro carteles que bien pueden servir como barómetro de la realidad institucional de la Galo Lavalle. Uno anunciaba a la comunidad educativa que hoy no habría clases porque los docentes estarán afectados a una jornada de capacitación a cargo de Franco Tonucci, el italiano que inspiró muchas de las políticas sobre niños en la ciudad. Los tres restantes eran mensajes de niños a la cuestionada maestra Cristina. Con papel glasé y fibras escribieron leyendas de afecto en los que pedían que vuelva a dar clases.

Ante el desconcierto y reprobación del cuerpo directivo de la escuela, madres de chicos de 2º grado presentaron una nota en la dirección para avisar que “los chicos no asistirán a clases hasta que Cristina sea restituida a su cargo. Sólo irán para el almuerzo pero no se quedarán para el dictado”.

Agustina, una de las madres, contó a El Ciudadano: “A los directivos no les gustó porque dijeron que atenta contra la educación de nuestros hijos. Pero fue una decisión de los chicos. Están muy tristes y no quieren ir a la escuela. Nosotros iremos el lunes al Ministerio (de Educación) para dejar sentada nuestra postura: ella tiene que volver”.

Un día después de los rimbombantes y apresurados titulares televisivos que hablaban de “tranquilizantes en jarras de la leche”, se escucharon otras versiones. Según trascendió, los alumnos de Cristina no alcanzaron a tomar la infusión en la que la docente habría diluido un analgésico y antifebril con el que pretendía aliviar a chicos resfriados. La voz de alerta de otra maestra y de la portera del turno mañana –el hecho ocurrió el jueves de la semana pasada– y el rápido accionar de las autoridades de la escuela evitaron que los chicos bebieran de esa jarra.

Gladys Albachiaro, jefa de supervisores del Ministerio de Educación provincial, confirmó que la maestra fue apartada preventivamente del cargo.

Mejor, esperar

Desde Amsafé Rosario, el secretario general Gustavo Teres le dijo ayer a El Ciudadano que la mujer, con 28 años de trayectoria en la escuela, está de licencia y le aconsejaron esperar que transcurra la investigación.

“No hay que estigmatizar ni a la maestra ni a la escuela. Debemos normalizar la institución, que vuelvan las clases y después evaluar cuál será el futuro de la docente”, apuntó.

Para el gremialista es importante tomar en cuenta el contexto de la comunidad educativa y pedir al Ministerio reforzar su presencia con equipos interdisciplinarios que incluyan psicólogos, trabajadores, sociales, entre otros.

Alumnos del Politécnico piden mejoras edilicias

Alumnos del Instituto Politécnico Nacional realizaron ayer una asamblea y un posterior corte de calle en avenida Pellegrini y Ayacucho en reclamo de mejoras edilicias en el edificio donde funciona el tradicional centro educativo secundario y en pedido de un aumento en el presupuesto que se le asigna. Según denunciaron, los problemas en los cielorrasos, las paredes y la falta de gas continúan a lo largo del tiempo sin solución “a la vista” poniendo en riesgo la integridad de la comunidad educativa. En este marco, están pidiendo una reunión con el rector Darío Maiorana. Desde la dirección de la institución calificaron las protestas como “fuera de lugar” y dijeron que los distintos inconvenientes vienen siendo solucionados de manera sostenida. El secretario general del Centro de Estudiantes del Politécnico (CEP), Agustín Riccardi, contó que “invitaron” a los alumnos a no entrar a las aulas. “Lo que vemos es que el estado del colegio es crítico. Entre las distintas cosas, hay una obra de gas que no fue aprobada, que comenzó tras una lucha estudiantil de hace tres años, se arranca con las obras, nos prometen que para el último 30 de junio iba a estar aprobada y terminada y se encontraron 41 observaciones. Nos parece que una obra que lleva tres años no haya sido realizada correctamente es una falta de respeto”, señaló. Riccardi contó que mantuvieron por estos temas una reunión la semana pasada con el Consejo Asesor. “Allí fue gente encargada de asuntos edilicios de la Universidad y la verdad es que nos respondieron muy poco, muy mal”, se quejó.

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