Tras el acto oficial que se realizó este martes en la sede de la Unidad Regional II de la Policía local, donde el ministro de Seguridad provincial Marcelo Sain entregó móviles a la fuerza santafesina y tras haber sufrido covid-19, dejó el silencio y no escatimó en responder preguntas vinculadas con la investigación por juego clandestino, que se convirtió en un escándalo y tiene en la mira a autoridades judiciales y políticas.
Sain dijo que las leyes que se mandaron a la Legislatura, las que denominó las “leyes Sain” y fueron vetadas por el gobernador, especialmente la que hacía referencia a un fondo de dinero destinado a investigaciones penales, tenían por objeto “en el fondo esta investigación”, dijo. Agregó que estas leyes fueron votadas vergonzosamente por dos partidos históricos, en referencia a un sector del oficialismo al que denomina “peronismo vandorista” y el Frente Progresista.
Aseguró que desde el gobierno apoyan la investigación de los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra: “Nosotros vamos a ir a fondo porque esta investigación tiene un gobierno que apoya y apuntala a los fiscales”. Agregó que cuentan con experiencia, ya que han investigado estructuras complejas; cuando estuvo en otros organismos como la PSA o AFI “toda esa experiencia la ponemos en juego acá. No dirigimos la investigación, hay dos valientes fiscales. No son como otros Comodoro Py de la provincia de Santa Fe” aseguró.
Amenazas a los fiscales
El ministro amplió sobre una situación que se conoció tras la presencia de los fiscales en la Legislatura para fundamentar el pedido de desafuero del senador Armando Traferri; en aquella oportunidad trascendió que se habían reunido con Sain un par de semanas antes. Cuando fueron consultados, los fiscales dijeron que habían preferido mantener en reserva ese encuentro porque recibieron amenazas y desde el Ministerio de Seguridad se diseñó un operativo de seguridad para resguardarlos.
Este martes Sain aseguró que estos dos fiscales “se están jugando la vida”. Dijo que debieron ser trasladados un fin de semana en forma inmediata, ellos y sus familias, por las amenazas que habían recibido, por lo que debieron delinear un operativo de seguridad y dejó entrever la gravedad institucional de esta situación, amenazas que son investigadas por la fiscal Valeria Haurigot, según refirió.
Reiteró que no está al frente de la investigación, que el gobierno y las fuerzas de seguridad apoyan, acompañan y brindan su experiencia. Dijo que hay dos investigaciones muy importantes que se tocan: una la llevó adelante el fiscal de Melincué Matías Merlo; en este caso recientemente se presentó acusación y se espera que el próximo año tenga lugar la audiencia preliminar. En cuanto a esta pesquisa, dijo que “cuando conozcan los detalles de este caso van a ser escabrosos, quizá haya algún senador que estará nervioso”, contó.
En cuanto al senador Traferri dijo: “Si tengo la cola limpia me someto al proceso” y aseguró que investigar no es condenar. El ministro puso como ejemplo a Cristina Fernández de Kirchner, cuestionó la Constitución provincial en cuanto a los fueros, dijo que es una “constitución de las cavernas” y sostuvo que también hay que revisarla.
Destacó que, en la generalidad, la criminalidad compleja tiene una red de protección policial pero acá en Santa Fe “es asombroso”, describió. Dijo que las personas investigadas tenían vinculación con altas autoridades judiciales y políticas de “manera impúdica”, había fiscales que recibían instrucciones de legisladores, aseguró.
A lo que agregó: “La última gran reforma de la ley se hizo igual que las leyes Sain, a libro cerrado. Le arrebataron al Ministerio Público Fiscal la facultad disciplinaria; eso para que no se investigue el poder”. Y sumó el ministro: “El sistema penal está para meter negritos de barrios periféricos, no para investigar estructuras de poder”.
En cuanto a la acusación que le hizo Traferri, respecto de una jugada política en que el funcionario le habría tirado un carpetazo, Sain dijo que esta investigación derivó del homicidio de Enrique Encino en el Casino en enero pasado. En ella llegaron a los autores materiales y a los intelectuales y allí surgió que un sector de esa organización se había quedado con una fracción del juego clandestino en Rosario y así llegaron al empresario Leonardo Peiti, y aclaró que “llegaron” porque ellos acompañaron policialmente la investigación.
El ministro aseguró que no se puede livianamente decir que un ministro comete ese tipo de delitos y contó que iniciará acciones legales, probablemente civiles, por la acusación y agregó: “En Santa Fe hay gente que tira piñas. Cuando le pegás una trompada dice: «Ah, qué violento». No podés decir livianamente que manipulo fiscales”.
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