El Hincha

Sergio y Lucha, dos maravillas

El fin de semana deportivo nacional tuvo varios nombres destacados. Del Potro, Silva, Ginóbili bien podrían estar en lo más alto de la consideración. Pero “Maravilla” Martínez y la “Maga” Aymar se llevan los grandes elogios. Por Federico Cánepa.-

Fue un buen fin de semana para varios deportistas argentinos. Sus nombres tanto a nivel local como internacional ganaron sus lugares de privilegio. Del Potro y el gran momento que vive retornando al circuito fue ratificado el sábado con un gran triunfo ante el número 16 del mundo Iván Ljubicic en Indian Wells; “Manu” Ginóbili volvió a aparecer en los momentos claves para aportar su grano de arena en otros dos triunfos de de los Spurs y el “Pato” Silva retornando a la victoria en una gran demostración de manejo en General Roca durante la apertura del año 2011 del TC 2000. Todos nombres que bien podrían ganarse la tapa del sábado y el domingo deportivo.

Pero la gran portada del deporte nacional fue para otros dos. Una mujer y un hombre. Dos números uno. Una, la rosarina Luciana Aymar, ya consagrada y reconocida por el planeta deporte. Otro, Sergio Martínez, que a fuerza de golpes pero sobre todo mucha clase y categoría va cosechando su muy buen ganado reconocimiento.

Para resaltar a cada uno en su medida justa, mejor ir por orden de aparición deportiva. El sábado a la tarde, Lucha Aymar volvió tras más de un año a jugar un partido por el torneo Metropolitano de hockey. Con la camiseta de GEBA, la Maga pisó el sintético por primera vez desde septiembre de 2009. Luego a principios de 2010, una lesión le impidió jugar y ya su mirada se centró en el Mundial de septiembre pasado en Rosario.

Tras aquella actuación que la volvió a elevar al lugar más alto y privilegiado del hockey, Lucha se tomó unas merecidas vacaciones para disfrutar de su “otra” vida.

Pero su pasión puede más y pese a que en un principio se dudó sobre su continuidad, ella ya tiene un nuevo objetivo en su mira. Londres 2012 es la meta. La medalla de oro, su obsesión. Retirarse en lo más alto del podio olímpico es el sueño y lo que desvela a la mejor de todas.

Y para esa escala, empezó la preparación volviendo a jugar en su club. Y lo hizo como sabe. Con su magia habitual. Empezó en el banco, ingresó y en su primer contacto con la bocha, hizo salir chispas de su palo. Eludió a dos rivales y marcó el primer tanto de su equipo que en su vuelta terminó ganándole a Lomas Athletic, como visitante, por 2 a 1.

La Maga está de vuelta. Con una sola práctica encima, como dijo tras el partido, le alcanzó para mostrar su talento. Por ahora se festeja que haya regresado, lo mejor de su repertorio ya llegará. Y si es en Londres 2012, mucho mejor. A eso le apunta Luciana en este retorno a la actividad. El planeta hockey, festeja.

El otro gran nombre del fin de semana llegó a escena durante la noche del sábado, más precisamente en los primeros minutos del domingo. Sergio Martínez subió al ring en Estados Unidos para enfrentarse con el ucraniano Sergeiy Dzinziruk por el cinturón mediano de Diamantes del Consejo Mundial de Boxeo y desde el saludo mostró una presencia, tranquilidad y seguridad propia de un gran campeón.

Desconocido para el gran público argentino, a este quilmeño de 36 años con un muy buen récord de 39-2 en el amateurismo todo le costó en demasía. La crisis económica sufrida en 2001, se llevó todos sus ahorros y debió empezar otra vez de cero.

Radicado en Alovera, un pueblo de Guadalajara, España, comenzó a trabajar en gimnasios y como seguridad de discotecas hasta poder retomar de lleno su carrera. De a poco fue reinsertándose en el mundo boxístico a fuerza de triunfos y cetros logrados al tiempo que preparaba su gran desembarco. Él sabía que su estadía en la península ibérica era un paso más en su objetivo.

Así saltó a Estados Unidos. En la meca del boxeo, empezó a ganar consideración hasta que el año pasado dio el gran impacto de su carrera al derrotar por nocaut a Paul Williams, que le permitió ayer pelear para ser ‘Campeón Emérito’ de la categoría.

Con esa victoria, llegaron también los reconocimientos en su país. Pero como nadie es profeta en su propia tierra, y él bien podría dar fe de eso, las grandes tapas de los medios nacionales recién llegaron en estas semanas. En la previa y en las horas posteriores al gran triunfo logrado ante el ucraniano Dzinziruk.

La pelea del sábado la venía ganando desde su inteligencia para plantear el combate. Pero un descuido en el séptimo round le permitió al europeo impactar su pómulo izquierdo y dejar su visión disminuida.

Como el gran campeón que demostró ser, salió a la octava vuelta decidido a terminar su gesta. Un cross de izquierda llegó de llenó al mentón rival y le hizo besar la lona por primera vez en el asalto. No sería la única. Otros dos impactos llevaron a Dzinziruk a la lona y a Martínez a la victoria.

El nocaut técnico en el octavo round no hizo más que darle brillo a una gesta grandiosa. Una victoria que traspasó la pelea del sábado. Un éxito de vida que tiene el mayor reconocimiento en la gente, ahora también, de se país que ya conoce a este quilmeño que bien en alto deja la bandera argentina.

Pero como su corazón es el de un campeón, Martínez no se conforma y va por más. “Que venga Mayweather, Pacquiao, quien sea. Mi objetivo es ser el mejor libra por libra del mundo”, pide quien quiere pelear contra los dos gigantes del boxeo mundial. Lo de Sergio, una verdadera Maravilla.

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