Asegúrate de que todo lo vivido, todo lo que te haya lastimado sea liberado con la energía del amor universal; deja ir lo vivido, deja atrás el pasado y dale la bienvenida al presente: sé consciente del Aquí y Ahora. De este modo, trasmutas el dolor en energía positiva para poder darle la bienvenida a la alegría a tu vida.
Considera superado todo lo vivido, todo aquello que dolió puede ser trasmutado con alegría, conectándonos con el buen humor. La sonrisa en nuestro rostro es el reflejo de ello, conéctate con la alegría de ser quien eres. A través de tu respiración puedes ayudarte a ti mismo a dejar ir los pensamientos negativos; si alguno llega a tu mente, respira hondo y dibuja una sonrisa en tus labios: naturalmente la alegría vendrá a ti. Decídete a ser feliz por encima de tus circunstancias, elévate a través de la alegría por encima de tus dificultades.
Ello no implica desconocer lo que vives sino que, a través de la alegría y el buen humor, te permites elevarte por encima de todo lo negativo. Pueden existir momentos en lo que sientas que en tu mente se libra una batalla entre tus pensamientos negativos, puedes sentir que no eres lo suficientemente fuerte como para conectarte con lo positivo. Sin embargo, la conexión con la alegría es algo simple: elije conectarte con pensamientos y emociones positivas. En cada momento tienes la opción de elegir qué quieres en tu mente. Toda limitación debe ser eliminada, a través de la alegría y el buen humor: así te superas a ti mismo, elevándote por encima de todo lo limitante.
La alegría es energía que necesita manifestarse en tu mente: suelta todas las mochilas de las preocupaciones, evita que tu mente se vuelva rígida, aprende a adaptarte a las circunstancias, a fluir libremente con el Universo. No batalles contra las preocupaciones: supéralas con una cuota sana de humor. La alegría nos permite desapegarnos de las preocupaciones cotidianas; con esta energía positiva, nuestras actividades, por rutinarias que sean, son más sencillas de realizar. Tu trabajo, aunque no sea de tu agrado, ya no es una carga.
Rodéate de personas con tu misma energía, libérate de las frustraciones, permítete a través de la alegría soltar todo lo negativo; acéptalo, no lo ocultes, transmútalo con humor. Cierra lo ojos, visualízate con la persona que amas, escucha tu corazón bailar de alegría y sonríe. Escucha la música de tu agrado, disfruta de las pequeñas acciones cotidianas para conectarte con la alegría. Abre tu corazón a la energía trasmutadora de la alegría, escucha la voz que proviene de tu corazón, deja de lado la necesidad de ver lo negativo, desdramatiza.
Si padeces alguna enfermedad, conectarte con la alegría y la energía positiva que proviene del buen humor hará más fácil transitarla. Mira tu comedia favorita, deja de estar pendiente de sucesos negativos. Desapégate del dolor, elige pensamientos positivos: tú puedes superar el dolor con la energía que proviene de la alegría. Desapégate de tu mente que tiende a ver lo negativo y conéctate con tu corazón, aprende a ver lo positivo en cada pequeña acción que realizas día a día.
Celebra la posibilidad de cada día de festejar la vida; para ello, puedes conectarte con la alegría, trasmutando así la tristeza y el dolor. De este modo, elijes ver la vida desde una óptica positiva; con ello te fortaleces cada día. Escribe afirmaciones como esta: “Voy a salir fortalecido de esta circunstancia”. Por lo tanto, asegúrate de ver de manera positiva las circunstancias que te rodean por difíciles o duras que estas sean.
Estar enfadado no te permite ser feliz, es energía negativa que te está bloqueando. Una actitud positiva marca la diferencia, nos ayuda a mantenernos optimistas, a conectarnos con la alegría trasmutando todo lo negativo. Así, puedes cada día darle la bienvenida a la alegría. Sólo debes elegir conectarte en diversos momentos con ella.
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