El clima pospartido estuvo enrarecido. Primero porque Roberto Sensini prefirió no dar explicaciones a la prensa y estuvo un largo rato dentro del vestuario hablando con sus ayudantes y con los principales dirigentes de Newell’s respecto a su continuidad como entrenador del primer equipo.
La demorada salida de Sensini del vestuario despertó las primeras sospechas. El entrenador mantuvo una larga charla con algunos dirigentes dentro del vestuario y dejó entrever que está dispuesto a dar un paso al costado si las circunstancias así lo ameritan. Según algunas fuentes, Sensini se mostró totalmente abatido por el momento del equipo, pero no tomó ninguna decisión. Los directivos que charlaron con el entrenador leproso en el vestuario le entregaron su total respaldo y le hicieron saber sus deseos de que siga siendo el técnico del equipo.
Por la noche, Sensini se juntó con sus más estrechos colaboradores para seguir hablando de esta situación, que encuentra al Rojinegro con 4 unidades de 18 posibles y 13 goles en contra. Y esta tarde tienen previsto presentarse al entrenamiento que tendrá lugar en Bella Vista y que significará la vuelta al trabajo de cara al choque del sábado ante River en el Monumental.
Una salida tensa
Otro momento incómodo se vivió cuando los jugadores leprosos empezaron a dejar el Coloso del Parque. Es que una treintena de hinchas había colgado una bandera en la puerta del playón (NdR: rezaba “A dejar todo por esta camiseta” y estuvo colgada durante el partido en la popular) y empezó a cantar contra los jugadores, lo que obligó a que Rolando Schiavi, Lucas Bernardi y el manager Gustavo Dezotti se acercaran hasta el alambrado para hablar con ellos e intentar calmar los ánimos. Después de algunas idas y vueltas dialécticos, los hinchas se esparcieron y todo volvió a la calma.
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