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Semana Santa: precios en alza y una merma en el consumo

Con un faltante de pescado y un alto valor en los huevos de chocolate, los comercios ruegan por un repunte para los días previos al domingo.


preciosSe aproxima Semana Santa y las góndolas de los comercios ya comenzaron a prepararse para las Pascuas. Ofertas de huevos, roscas, empanadas de vigilia y pescados son los productos con más demanda en estas fechas, pese a que sus elevados precios, en especial en el caso de los huevos de pascua, que alcanzan los 850 pesos, probablemente impacte en el consumo. A esto se suma la particular situación por la que atraviesa la pesca, con una escasez de la materia prima debido a los efectos climáticos y a la crecida del Paraná, lo que se reflejó en incrementos de precios de los más variados.

Con una inflación que para la fecha se estima alrededor de un 40 por ciento, la canasta básica de Pascua se presenta con precios que no son ajenos a esta suba generalizada. Huevos de chocolate de hasta 850 pesos, merluza a 100 pesos promedio el kilo y roscas de pascua que ascienden a los 50 pesos desafían el bolsillo de los consumidores.

La mayor diferencia de precios según el lugar de compra se evidencia en los pescados, cuyo valor oscila entre los 70 pesos para el kilo de merluza que se consigue en el Mercado Popular y los 199 pesos a la que se ofrece en los supermercados.

El conocido auge del consumo de pescado para la época se vio afectado este año, en el caso del pescado de río, por la crecida y por los  severos temporales que se tradujeron en escasez y subas de precios ya desde principios de año.

“El problema es que no hay pescado. Vino muy temprano la Semana Santa y el calendario no nos favoreció, además de la crecida y el mal tiempo. La mayoría de los muchachos están sin herramientas, se perdieron redes, embarcaciones… No es la mejor Semana Santa que hemos vivido”, lamentó Julián Aguilar, titular de la Asociación de Pescadores de El Espinillo.

Sin embargo, según indicó, la situación no se reflejó en subas:  “La variación fue muy leve, de alrededor de un 10 por ciento”, aseguró Aguilar. “Los hilos para redes aumentaron entre un 25 y un 40 por ciento desde el año pasado y el combustible aumentó más de un 30 por ciento, pero en los pescadores no repercutió tanto porque no podemos trasladar el pescado, ya que no tenemos los medios de conservarlo, así que tratamos de venderlo a un precio razonable”, agregó Aguilar, quien señaló que el sábalo es lo que más se vende, a 25 ó 30 pesos el kilo.

Por el contrario, Gabriel, pescador y dueño de un local en zona noroeste, estimó que la venta es escasa y que el incremento en el producto en relación al año pasado fue de un 100 por ciento. “La venta está muy floja. Hay poco pescado, está complicado, porque con la suba y baja del río el pez se queda quieto y busca otros lugares. Los precios varían según lo que salga: el año pasado salió mucho y éste muy poco. Hay un 100 por ciento de aumento. Y la gente está cuidando muchísimo el bolsillo, se vuelca a comprar casi directo al pescador”, explicó.

En tanto, el camión de la Economía Popular sigue siendo una alternativa viable para el consumo, con precios moderados en relación con las grandes cadenas de super. El kilo de merluza puede encontrarse a 70 pesos, mientras en las góndolas de los súper asciende a 200. “Los precios se mantienen desde hace 20 días que hubo un aumento y la venta es sostenida, se ha incrementado muy poco en la semana previa a Pascuas, y esperamos un incremento más fuerte a partir de esta semana”, advirtió Celcio Moliné, coordinador del Mercado Popular.

Por su parte, Marcelo, encargado de una pescadería del macrocentro, afirmó que hubo un pequeño ascenso en las ventas en la última semana y coincidió con sus pares en el faltante de pescado.

Según los expertos, los elegidos para el consumo son el sábalo en cuanto a pescados de río, y la merluza, el pollo de mar y el calamar en cuanto a pescado de mar.

huevosY la misma situación de almuerzos y cenas se extiende a los postres, los famosos huevos de chocolate. De variados tamaños y presentaciones, el dulce se ofrece a precios que van desde los 15 pesos para uno de 20 gramos, hasta los 270 para uno de 390 gramos, alcanzando los 850 pesos para los artesanales de panadería.

Dependiendo de las marcas, los huevos de chocolate tienen un valor promedio de entre 40 y 50 pesos para los de menor tamaño, de 130 pesos para los de tamaño mediano, y de alrededor de 200 para los más grandes. En tanto, algunas cadenas presentan ofertas con descuentos de entre 70 y 80 por ciento en la segunda unidad, si se llevan dos.

Como dato de color, una variante en la oferta de este año colmó las góndolas con chocolates que hacen referencia a personajes animados de Disney y otros filmes. Así es posible encontrar huevos de Star Wars, Frozen o Princesas, en un nuevo atractivo para los más chicos. Rondan entre los 120 y 180 pesos para los de 170 gramos según el súper.

Por su parte, el precio de la típica rosca de pascua oscila entre los 35 y 40 pesos en los supermercados y los 50 ó 60 en las panaderías consultadas.

¿Por qué no se come carne el viernes santo?

Según el país y práctica religiosa común y personal, fieles de la Iglesia católica y de otras iglesias cristianas mantienen distintos rituales de ayuno, en tanto que otros practican sólo la abstinencia de carne. Algunos no comen carnes rojas ningún viernes del año, otros se abstienen sólo los viernes de la Cuaresma –los 40 días que comienzan con el miércoles de ceniza y terminan en Pascua– y los más únicamente evitan la carne el Viernes Santo.

La tradición recuerda la importancia sagrada del viernes, el día de la crucifixión de Jesús. Y para unos se evita la carne por el derramamiento de su sangre, pero otros sostienen que la abstinencia se explica en la duda que los primeros y pocos cristianos tenían al aprovisionarse de carne en mercados públicos. ¿Habían sido sacrificados los animales con ritos “paganos”? Entonces no se podía consumir en un día especial.

Todos cumplen la tradición de reemplazar el consumo por pescado y evitan no sólo las carnes rojas, sino también aves y carnes blancas. Salvo en el caso de Colombia, Venezuela y parte de Brasil, donde además de pescado también se acepta comer capibara. Es que el carpincho es un alimento tradicional precolombino, que también incorporaron a su dieta los misioneros cristianos en el siglo XVI. Y estos describieron al Vaticano que el roedor más grande del mundo pasa más tiempo en el agua que en la tierra, por lo que en Roma lo declararon entonces, un “pez”.

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