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Narco criminalidad

Secuestro extorsivo, ¿bajo la sombra de Los Monos?

La Justicia federal investiga si tras un secuestro extorsivo concretado a principios del mes pasado está la banda de La Granada, a partir de los vínculos de un sospechoso con este clan de zona sur. Otro acusado fue detenido en el barrio Tablada


El debate oral continuaba con los alegatos de las defensas en los Tribunales de Oroño al 900.

 

A principios del mes pasado el joven empleado de una distribuidora fue víctima de un secuestro extorsivo en zona sur. El rapto ocurrió por la tarde, cuando M.G. salía con su auto del depósito en el que trabaja, en calle Cazadores al 1900 (Dorrego al 5700). El vehículo quedó con las luces encendidas y la llave puesta. Horas después, el pago de cien mil pesos por parte de familiares fue la llave para la libertad del muchacho, que sufrió un golpe en la cabeza durante el cautiverio. A partir de ese momento, la Justicia federal quedó a cargo de la pesquisa, que permaneció bajo secreto de sumario. Este miércoles la Policía de Investigaciones (PDI) produjo tres allanamientos, detuvo a uno de los sospechosos y busca a un segundo, de cuya casa en barrio La Granada se secuestraron elementos probatorios. Por este eslabón del caso, integrante de un clan históricamente aliado con Los Monos, es que la pesquisa supone que la banda puede estar tras el hecho.

La víctima fue secuestrada en la tarde del pasado viernes 7 de julio al salir de su trabajo. A las 19 de ese día, su familia recibió un mensaje donde la anoticiaban del secuestro y le exigían dos millones de pesos para liberarlo. Una cifra muy inferior, que rondó los cien mil pesos, fue todo lo que pudo juntar la familia, que dejó el dinero en las vías férreas cercanas a Avellaneda y Batlle y Ordóñez. El joven recuperó la libertad luego del rescate y llegó a su casa, con un golpe en la cabeza.

Luego de un mes de cotejar datos, los investigadores, bajo las órdenes de la Fiscalía Federal Nº 2, identificaron a dos de los sospechosos del secuestro. Uno de ellos, Roberto O., tiene 30 años y domicilio en la zona sudoeste, aunque por estos días vivía con su pareja en barrio Tablada. La investigación incluyó tareas de calle y “trabajo de escritorio”, es decir la lupa sobre las redes sociales de este sospechoso, confió una fuente. En los operativos de este miércoles Roberto O. fue apresado en 1º de Mayo al 4200, donde secuestraron un auto, cinco teléfonos celulares, una tablet, 7 mil pesos en efectivo, chips de telefonía celular, y “extenso material de interés para la causa”, según fuentes oficiales. El detenido quedó a disposición del juez federal Marcelo Bailaque.

En tanto, otro de los allanamientos se desarrolló en barrio La Granada, en una vivienda ubicada a una decena de cuadras del lugar donde trabaja la víctima, en busca del segundo sospechoso. Allí fueron incautados teléfonos celulares y chips, se informó.

Si bien los investigadores declinaron informar su identidad, trascendió que integra un conocido clan de barrio La Granada con vínculos con la banda de Los Monos, tal como quedó expuesto en el juicio por asociación ilícita y homicidios que terminó en abril pasado con 19 condenas. “Dos integrantes de esta familia fueron asesinados tres años atrás”, describió un vocero del caso. Según la pesquisa, este joven trabaja junto con la víctima en la distribuidora y está sospechado como quien pudo haber brindado datos para la concreción del secuestro.

Es a partir de esta vinculación que los investigadores no descartan que la banda de Los Monos pueda estar detrás del hecho, cuya motivación aún se desconoce, a partir de que ni la víctima ni su familia parecen tener ingresos como para afrontar el pago que le habían exigido. Precisamente el nombre de Ariel “Guille” Cantero, líder de la organización, apareció tras un hecho similar en 2017.

La Fiscalía federal tenía enchufado el teléfono celular de Ezequiel “Parásito” Fernández –quien sería asesinado en abril pasado en un triple crimen ocurrido en Granadero Baigorria– por otra investigación y determinó que planeaba secuestros extorsivos a las órdenes de Guille, alojado entonces en la cárcel de Coronda. En el allanamiento a su celda le incautaron tres cuadernos con anotaciones de números telefónicos, pero ningún celular. A la casa de Ingenieros al 7600 fueron a buscar a Ezequiel, pero hallaron a su hermano Nahuel, quien marchó preso luego de que allí fueron secuestradas una ametralladora y tres pistolas 9 milímetros.

Según las escuchas, Parásito y un segundo hombre concretaron un secuestro el 9 de noviembre de 2017, tras hacer el seguimiento de un auto en el que viajaba el blanco, hijo de un carnicero, en inmediaciones del Fonavi de barrio Moderno. Pero se equivocaron de víctima y decidieron consultar con el organizador los pasos a seguir. Ante la evidencia de que no podrían embolsar un rescate, y tras mantenerlo alojado en un galpón, decidieron dejarlo ir. Parásito continuó prófugo hasta su asesinato y Guille fue procesado en el fuero federal por el secuestro extorsivo, pero la Cámara dio vuelta el fallo y ordenó que el caso sea instruido por la Justicia provincial. Los fiscales federales apelaron.

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