La Cámara Civil rechazó una demanda de un hombre que denunció que había sufrido la deformación de su pene tras una intervención quirúrgica.
Así lo hizo la Sala A del Tribunal, el mismo que días atrás había ordenado indemnizar a una mujer a quien se le rompió una prótesis mamaria.
Frente a este nuevo caso, el Tribunal desestimó la demanda de un hombre, quien denunció que tras ser operado en 1998 de “fimosis”, su pene “presentaba peores condiciones anatómicas que las que exhibía antes de la cirugía”.
Según la demanda, padeció una “deformación anatómica morfológica entre el meato y el frenillo, y entre el glande y el cuerpo del mismo”.
Al presentar la demanda, el hombre atribuyó el problema a una “mala praxis médica”, y aseguró que la lesión le provocó “dificultades miccionales y sexuales que implicaron una considerable merma de sus capacidades como así también importantes trastornos psíquicos, toda vez que el asiento de la lesión involucra una zona especialmente sensible de la masculinidad”.
Pero los camaristas Hugo Molteni, Ricardo Li Rosi y Fernando Posse Saguier confirmaron el fallo de primera instancia y rechazaron la demanda, al considerar que las pericias determinaron que el hombre “no presentaba disfunción sexual ni miccional”.
Esas pericias -según invocaron los jueces- demuestran que hay un “en estado de flaccidez peneana y con el prepucio avanzado, el aspecto estético de los genitales es absolutamente normal”, sumado a que no hay “señales de disfunción eréctil”.
“Puede afirmarse que el accionante no ha logrado acreditar los presupuestos mínimos que permiten tener por configurada la responsabilidad del profesional de la medicina”, concluyeron los jueces.
Pese a que en el fallo reconocieron que la operación debió haber sido practicada por detrás del anillo fimótico y no por delante como se hizo, los camaristas señalaron que “no ha sido demostrado que ello sea la causa de las dolencias que el actor afirma padecer, las cuales tampoco han sido fehacientemente acreditadas”.
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